Por Elías Cabral
CURUGUATY
Los colonos menonitas se encargaron de reparar el puente que cruza sobre el arroyo Pa’iry en el trayecto entre Curuguaty y la colonia Maracaná, Departamento de Canindeyú.
Fue ante la falta de acción por parte de las instituciones responsables, según denunciaron pobladores de la colonia indígena Fortuna, afectados directos por la calamitosa situación del puente.
Los vecinos venían denunciando el peligro que representaba la precaria infraestructura de madera a punto de derrumbarse, inclusive, habían amenazado con quemar el puente como medida de protesta y forzar la construcción.
Ya durante el último fin de semana, los colonos menonitas asentados a unos 60 km del arroyo Pa’iry, por la importancia del tramo, se encargaron de reparar totalmente, al menos para inspirar un poco más de seguridad a los transeúntes con relación a las condiciones en que se encontraba días atrás.
Antonio Vargas, poblador de la colonia indígena Fortuna, comunidad que se encuentra pegada al cauce hídrico, confirmó que las máquinas de los colonos menonitas trabajaron intensamente para colocar la infraestructura de madera en condiciones. Igualmente, repararon el trayecto crítico del lugar que con cada lluvia se inunda completamente cubriendo unos 200 metros de la pasarela.
Vargas señaló que si bien es cierto que no se da una solución definitiva al problema en el lugar, sin embargo, es un importante paliativo para que la población pueda utilizar el trayecto que es de vital importancia para el desarrollo, considerando que es la única vía que une la zona con la ciudad de Curuguaty, dijo.
Derrumbe. Otro puente, en la zona de Itanaramí, Villa Ygatimí, el pasado 13 de mayo se derrumbó y dejó aisladas a las poblaciones vecinas.
Se trata del puente que cruza por el río del mismo nombre que la zona, a unos 4 km del casco céntrico de la ciudad, en el trayecto a la colonia Ko'ê Porâ. La precaria infraestructura no soportó el peso de un vehículo de gran porte que transportaba fertilizantes y se derrumbó totalmente.
Esta situación genera la millonaria pérdida a los productores que quedaron sin poder transitar ni transportar sus productos.