El cartismo reaccionó al anuncio de varios actores, dentro de la disidencia, que operan para abrigar a los “heridos” y los que no tienen cabida en los espacios de Gobierno. Y de hecho, estos también empezaron a recorrer a nivel departamental, poniendo en marcha su campaña en el interior del país.
La puja por mantener o conquistar a las bases de la ANR ya inició y se da a nivel de sus principales movimientos quienes iniciaron una activa campaña trasladándose a diferentes puntos.
Aún cuando las internas están a meses y la Justicia Electoral no publicó el cronograma electoral, con su clásico oficio de poder, los colorados ya pisan el acelerador con miras al 2026.
En el caso del presidente de la República, Santiago Peña, a quien se le critica sus excesivos viajes sin resultados a la vista, estuvo por el Departamento de Caazapá ayer, durante el día.
Le acompañaron muy de cerca varios legisladores, entre ellos el presidente del Congreso, Basilio Bachi Núñez; el titular de la Cámara Baja, Raúl Latorre y el anfitrión departamental, diputado Avelino Dávalos, todos oficialistas.
También, integró la comitiva la ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión.
Bien lo sabe Bachi, quien de reojo conforma su equipo con más tranquilidad, luego de maniobrar para estirar su mandato en el Congreso un periodo más. Otro que coquetea con la posibilidad de seguir en un puesto de privilegio es Latorre, quien opera por el rekutu en Diputados.
Disidencia acelera marcha. En la disidencia colorada no pierden el tiempo y les siguen la pisada al oficialismo, realizando sus propios recorridos en el interior preferentemente.
En este sentido, esta semana en el distrito de San Carlos del Apa del Departamento de Concepción, los senadores Juan Afara, Arnaldo Samaniego y Lilian Samaniego recorrieron con dirigentes de la zona.
Cabe recordar que Lilian protagonizó a finales del año pasado un fuerte cruce con la cúpula cartista, en especial con Horacio Cartes y el senador Antonio Barrios.
Había anticipado su intención de ser “la ambulancia republicana”, para abrigar a “heridos” y dirigentes desamparados de este gobierno. También entró en la danza de presidenciables de la disidencia, junto con Hugo Velázquez y Arnoldo Wiens.