Los senadores colorados Enrique Riera y Lilian Samaniego rechazaron ayer la propuesta del liberal Víctor Ríos de reducir el salario de los parlamentarios igual al que perciben los docentes que trabajan cuatro turnos en total.
Los senadores, diputados y parlasurianos perciben mensualmente G. 32 millones en dieta y gastos de representación, más una serie de privilegios por ostentar el cargo.
En cuanto a los docentes, pueden llegar a G. 5.400.000, en el caso de que tengan dos turnos, y más de G. 10.000.000 en cuatro turnos.
En la reunión de la mesa directiva con los líderes de bancada de ayer hubo una breve discusión sobre el tema. Eso fue lo que expresó la colorada Lilian Samaniego, quien abiertamente rechaza la reducción y alega que vive de su salario. Mandó al frente a su colega liberal, alegando que él también es rector de una universidad en Pilar.
“El único trabajo que tengo es este y le dedico tiempo, sin horarios, sin sábados ni domingos, sin feriados”, argumentó la senadora colorada.
“No me parece. Los parlamentarios le dedicamos tiempo. No tenemos feriado, no tenemos domingo, y somos el país con el salario más bajo de la región”, fue su excusa, en comparación con parlamentarios de otros lugares. Al ser consultada sobre los demás privilegios que tienen, insistió en que es el único trabajo que hacen.
“No trabajo solamente acá, trabajo en la calle, con la gente. Él es rector de una universidad”, dijo por Ríos.
Reiteró varias veces que su único trabajo es ser senadora, que presenta proyectos de ley y cumple sus funciones.
IRRESPONSABLE. Por su parte, el senador Enrique Riera calificó la propuesta de Ríos como “irresponsable y populista”. Alegó que él se dedica exclusivamente a su función parlamentaria y que tal vez a Ríos no le preocupe que se reduzca su remuneración de senador, ya que también es rector de la Universidad Nacional de Pilar.
“Yo me dedico 24 horas a ser senador, siete días a la semana. Me parece una propuesta irresponsable y populista (la de Víctor Ríos). En mi caso, yo vivo de mi salario”, explicó el legislador cartista.
No obstante, refirió que una disminución de los ingresos de los parlamentarios tiene que analizarse con cautela, porque si una persona se dedica realmente a legislar y hacer bien su labor, el trabajo es de siete días a la semana, sin “feriados ni días libres”.
Expresó que lo que no debería existir es un funcionario público que gane más que el propio presidente de la República, cuestionando que hay inclusive empleados del Congreso y de las entidades binacionales que ganan por encima de lo que percibe el mandatario, y más que los mismos senadores y diputados.