Una gran operación internacional emprendida en forma conjunta entre el Brasil, los Estados Unidos y Paraguay para desmantelar la mafia del tráfico de armas en la región tuvo resultados contundentes en nuestro país.
En ese marco, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) realizó allanamientos en Central y Alto Paraná; al mismo tiempo, la Policía Federal de Brasil ejecutó procedimientos en seis Estados, y en los Estados Unidos se realizó una intervención en el estado de Kansas.
En la mira de la operación denominada Dakovo se encuentra la empresa Internacional Auto Supply (IAS). La sede está ubicada en nuestra capital, su presidente es un ciudadano de nacionalidad argentina, Diego Dirisio, junto a su pareja Julieta Nardi, de hecho que la vivienda de la pareja fue una de las allanadas. En el lugar se había encontrado un verdadero arsenal de guerra; el supuesto responsable de las operaciones para el tráfico internacional de armas europeas, que terminan en manos de facciones criminales del Brasil tiene por parte del Brasil orden captura y extradición.
Dirisio está procesado en Brasil por unos 30 hechos por tráfico internacional de armas, organización criminal y lavado de dinero. Para los investigadores, Dirisio era el “comandante” que coordinaba todas las operaciones y realizaba las negociaciones directas de compra y reventa de armas, con el conocimiento de que iban a ser destinadas al crimen organizado.
Una parte importante de las armas de fuego que Paraguay importaba desde Europa tenían como destino final facciones criminales del Brasil, las cifras que se manejan son abrumadoras, la red que blanqueaba las armas movió casi USD 240 millones en los últimos tres años, según la Policía Federal del Brasil.
Una de las más graves revelaciones del hecho y que afecta a nuestra institucionalidad es que se ha descubierto la implicación de empresarios, militares, funcionarios públicos y facciones criminales, como se dice comúnmente, todos juntos y revueltos.
Los procedimientos dieron como resultado la detención de más de una decena de personas, entre ellas un general y un ex funcionario de la Dirección de Material Bélico (Dimabel), se trata del general del Aire Arturo Javier González, quien era presidente de la Suprema Corte de la Justicia Militar y llegó a ser comandante de la Fuerza Aérea, en su poder encontraron cerca de G. 1.000 millones. Otro militar de alto rango detenido es el coronel Santiago Bienvenido Fretes, ex director del Registro Nacional de Armas de la Dirección de Material Bélico.
El caso adquiere relevancia considerando el trabajo de investigación realizado por Última Hora y Telefuturo, el cual dejó en descubierto la manera que opera el mercado negro de las armas en nuestro país. De acuerdo con los datos de la investigación, 17.369 armas ingresadas y registradas en el Paraguay desaparecieron del radar de la Dirección de Material Bélico por lo se presume que estarían al servicio de las organizaciones criminales de la región, particularmente, las del Brasil. La cifra de armas “desaparecidas” representa al 41% de las armas importadas legalmente en los últimos cuatro años.
Para nuestro infortunio, el Paraguay resulta atractivo para el tráfico de armas para la distribución de cocaína andina, somos el primer productor de marihuana en Sudamérica y resulta fácil traficar a través de la hidrovía Paraguay-Paraná, y desde hace más de una década tenemos una fuerte y significativa presencia del Primer Comando Capital, sin mencionar que a través de nuestras fronteras pasan tabaco y todo tipo de productos falsificados. Todo lo cual es un gran desafío y un peligro para nuestro sistema democrático y nuestra soberanía.