El olor a mbeyú, el calor de los braseros y el ritmo acelerado de los voluntarios, quienes al grito de "¡Un mbeyú y tres asaditos!” acercan la víspera del San Juan Ára, celebrado tradicionalmente en nuestro país cada 24 de junio.
La venta de comidas típicas se vuelve constante en todo el país y cada vez son más las personas que gustan de ellas en coincidencia con el clima frío.
Desde hace cuatro años, voluntarios de la Parroquia San Sebastián de Fernando de la Mora venden comidas típicas para recaudar fondos. Ubicados sobre la avenida Mariscal López casi Luis Alberto del Paraná de 16.30 a 22.30, los voluntarios preparan mbeyú, asadito, butifarra, pastel mandi’o y payaguá mascada. Todo al mismo precio, G. 3.000.
La historia de la actividad comenzó en el 2000, cuando los feligreses decidieron realizar un día de venta de comidas típicas. “Pero vino una lluvia torrencial, entonces una de las señoras propuso que saliéramos a vender en la vereda. Se vendió tan rápidamente que al año siguiente iniciamos los trabajos desde temprano y nos colocamos sobre Mariscal López”, contó a ULTIMAHORA.COM. el diácono de la parroquia, Miguel Godoy.
Resaltó que los alimentos son elaborados con mucha higiene y cuidado por los voluntarios, todos parroquianos y vecinos de la comunidad, a excepción de las empanadas de mandioca y los payaguás cuya elaboración es tercerizada.
“Aquí todos colaboramos, el padre Alberto Rodríguez, por ejemplo, es quien prepara la masa para el mbeyú. De paso somos todos coordinadores también”, comentó Porfiria Guerrero, una de las feligreses voluntarias.
Pero más allá de las metas económicas y la religión, la venta de comidas típicas en San Sebastián se ha vuelto tradicional en Fernando de la Mora. Tanto que desde que iniciaron con la actividad siguen con un mismo inconveniente: el tráfico.
“Para algunos conductores es molesto porque de tanta gente que viene a comprar, se forma una cola larga de vehículos esperando para hacer sus pedidos. Eso es lo que queremos mejorar para el próximo año”, enfatizó Guerrero.
Este año, el objetivo de la recaudación es la construcción de dos aulas para la catequesis y culminar el enrejado del predio. Además, tener dinero en caja para los gastos diarios y la construcción de un sistema de alcantarillado, según precisó Godoy.
Mientras el mbeyú sigue siendo la estrella desde hace cuatro años, algunos clientes claman para que incluyan en el menú al tan ponderado chicharõ trenzado. Los vecinos esperan cada año ansiosos que llegue el frío y así ir a comprar comidas típicas de San Sebastián.