“La Comisión Europea propondrá, en coordinación estrecha con los estados miembros, activar el freno de emergencia para detener el tráfico aéreo desde la región del sur de África por la variante de preocupación B.1.1.529", anunció en su Twitter la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
La Unión Europea (UE) se sumaría así a la adopción de medidas similares adoptadas ya por Reino Unido e Israel.
Aunque la presidenta de la Comisión únicamente se refirió a la “región del sur de África” sin especificar a qué países afectaría –debe decidirse junto a los Estados miembros–, países como Israel que ya aplican también esta medida suspendió los vuelos desde Sudáfrica, Lesotho, Botswana, Zimbabwe, Mozambique, Namibia y Eswatini.
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Alemania, Italia y Países Bajos tomaron medidas similares, prohibiendo la llegada de aviones de determinados puntos de África a sus territorios.
La decisión se produce después de que Sudáfrica confirmase este jueves la detección de una nueva variante de Covid-19, identificada como B.1.1.529, que posee múltiples mutaciones y que despertó “preocupación” entre los especialistas, aunque su impacto aún tiene que ser estudiado.
En total, hasta ahora, se confirmaron casos de esta variante en Sudáfrica, en Hong Kong (en un viajero procedente de la nación africana) y en la vecina Botsuana, según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Sudáfrica.
En total, la B.1.1.529 presenta más de una treintena de mutaciones y algunas de ellas son, según los científicos sudafricanos, motivo de preocupación por su posible impacto en la transmisibilidad y por su potencial capacidad de evadir la inmunidad o protección previa.