Los agentes se vieron obligados a refugiarse ante la intensidad del ataque, mientras aguardaban refuerzos para poder evacuar la zona.
Una comitiva fiscal-policial intentó ingresar nuevamente a la propiedad de la familia Sanabria, ubicada en la Compañía Tacuapi, distrito de Jasy Kañy, en el Departamento de Canindeyú, con el fin de verificar una denuncia por una supuesta reocupación ilegal de tierras. El grupo de invasores habían sido desalojados, pero la denuncia indicaba que habían regresado al lugar.
Al acercarse al acceso principal de la propiedad, la comitiva fue atacada a balazos por un grupo de hombres que, de manera provocadora, colocaron a niños al frente antes de abrir fuego.
Según explicó el fiscal Juan Daniel Benítez, tras un primer enfrentamiento, los agentes pudieron avanzar unos metros, pero fueron nuevamente atacados. Ante la situación de extrema peligrosidad, se vieron obligados a refugiarse en una propiedad contigua, donde se encuentra un puesto del Grupo Especial de Operaciones (GEO). En ese lugar, los policías tuvieron que realizar maniobras de cobertura, resguardándose tras las patrulleras, mientras los disparos eran constantes. Los agentes respondieron con sus armas reglamentarias.
DE AÑOS. La propiedad de 900 hectáreas de la familia Sanabria ha sido objeto de invasión desde hace varios años, lo que ha dificultado el trabajo de los propietarios.
Durante este tiempo, los invasores han impedido la producción agrícola, llegando incluso a quemar maquinarias y vehículos de los trabajadores. En una de las intervenciones anteriores, la policía no pudo ingresar debido a la resistencia armada de los ocupantes ilegales.
El lugar también fue utilizado como refugio por Rubén Villalba, uno de los cabecillas del grupo, quien fue detenido hace algunas semanas y actualmente se encuentra en prisión.
Villalba había recibido una condena en el juicio por l masacre de Curuguaty, pero aquello fue anulado.
El fiscal Benítez informó que, a pesar de los esfuerzos por avanzar, la comitiva no logró llegar a la propiedad, donde ya se encontraban los invasores armados. Tuvieron que esperar refuerzos policiales para poder salir de la zona con seguridad.