Irma Oviedo
Dolor de espalda, cabeza, pelvis, articulaciones. Duele todo el cuerpo, de punta a punta, hace más de seis meses, pero no hay lesión o daño visible, los medicamentos no dan alivio, pero el dolor persiste y los médicos no encuentran la causa. Entonces, usted puede estar sufriendo el dolor crónico, según el neurólogo español Jordi Montero.
“Afecta a muchísimas personas, con dolor de articulaciones, fibromialgia, dolor de cabeza, pélvico, de espalda. En la que la evidencia del daño es mínima o no hay”. El neurólogo Jordi Montero, quien estudia la enfermedad desde hace 40 años, trae a la luz en su reciente libro Permiso para quejarse cómo entender y afrontar la enfermedad que está relacionada con las emociones y que no tiene cura.
Hay dos tipos de dolores, crónico y agudo. El agudo es un dolor por daño en los tejidos y es un sistema de defensa; por lo tanto, es necesario. Ocurre cuando se sufre un corte, quemadura, dolor de muelas, apendicitis, parto, traumatismos. En este caso hay tratamiento y el dolor se alivia con medicamentos.
El doctor Jordi explica que “el dolor agudo es necesario, si no sentimos no podríamos sobrevivir porque es un sistema de defensa”. El problema está en el dolor crónico, porque dura más de seis meses, el daño es mínimo o no hay, pero afecta la calidad de vida de las personas.
El 80% de los pacientes que acuden a una Clínica del Dolor –centros multidisciplinarios para aliviar el mal– lo hacen por el dolor crónico y no por el agudo, sostiene el neurólogo. “Es lo más frecuente, es una verdadera epidemia el dolor crónico en las sociedades avanzadas”, señaló el profesional, al tiempo de agregar que la salida es saber manejar las emociones.
¿DOLOR CRÓNICO Y EMOCIONES? Sí, el dolor está ligado a las emociones. En este caso, sucede que se produjo como una grabación, ocurrió antes un dolor agudo que quedó fijado en el cerebro, el cual se evoca por un simple tacto, por el miedo, la ansiedad que hace que aparezca el dolor. No mejora con medicamentos, empeora con la medicina, dice Montero.
“Los mecanismos que generan la memoria del dolor están relacionados con las emociones. La emoción es un aspecto de la función cerebral importantísimo. Las personas que tienen problemas emocionales es más fácil que generen memoria del dolor”.
Una resonancia o tomografía, que son técnicas que usan los neurólogos para ver cómo funciona el cerebro, permite observar “que las personas tienen verdaderamente dolor en su cerebro, que se está generando por una amplificación, grabación y memoria que tienen del dolor”. El dolor agudo produce un tipo de actividad en el cerebro al igual que el crónico, según las investigaciones científicas.
Si no se cura, ¿qué hago? El primer paso para la liberación del dolor es que las personas entiendan qué les pasa, asuman la enfermedad y se adapten. En segundo lugar, hacer ejercicios y fisioterapia. El movimiento del cuerpo es como un analgésico.
El doctor Jordi Montero considera que en el futuro aparecerán tratamientos seguros. “Hoy sabemos el origen de la molestia. Lo importante es entender qué es lo que pasa con el dolor crónico, que entiendan los pacientes y la sociedad”.
“El dolor crónico es como un error que hace el cerebro porque ha memorizado algo. Es señalar un peligro donde no lo hay, pero este peligro el individuo lo siente y el dolor es cierto. El problema es que si lo tratamos como si fuese un dolor agudo, perdemos el tiempo e intoxicamos al paciente”.
Si presenta síntomas consulte con su médico de cabecera o busque más informaciones en la web o a través de blogs con médicos especializados, insta. (Ver info).
“Es como un error que hace el cerebro”
“El dolor crónico es como un error que hace el cerebro porque ha memorizado algo. Es señalar un peligro donde no lo hay, pero el individuo lo siente verdaderamente y el dolor es cierto. El problema es que si lo tratamos como si fuese un dolor agudo, perdemos el tiempo e intoxicamos al paciente. Los mecanismos que generan la memoria del dolor están relacionados con las emociones. Las personas que tienen problemas emocionales es más fácil que generen memoria del dolor”. Dr. Jordi Montero, neurólogo.