Tras el alta médica surge una serie de interrogantes sobre los cuidados que deben brindarse a un bebé prematuro que deja la incubadora. Para que el neonato sea dado de alta debe cumplir algunos requerimientos como: alcanzar al menos 2 kilos, que pueda alimentarse del pecho sin ayuda y que respire sin pausas ni tampoco apneas.
“Normalmente el alta hospitalaria se produce entre las semanas 37 y 40 de edad gestacional, y con un peso de entre 1.800 y 2.300 gramos, dependiendo también de la gravedad de la patología asociada a la prematuridad del bebé”, refirió la doctora Larisa Genes, del Departamento de Neonatología del Hospital Materno Infantil San Pablo.
Higiene y alimentación
Entre los cuidados necesarios está la higiene del neonato, que incluye el lavado constante de las manos antes de tocar al bebé, la limpieza constante de la habitación donde duerme y el cambio del pañal cada cuatro horas, aunque no lo haya ensuciado.
Asimismo, es conveniente mantener al recién nacido en un ambiente fresco, ya que tener calor le supondría un esfuerzo para disminuir su temperatura corporal. “El prematuro dispone de menor cantidad de grasa corporal, por eso se debe emplear ropa adecuada para ayudarle a regular su temperatura. Su habitación debe estar entre 24 a 26 grados en caso de utilizar en ella aire acondicionado”, refirió Genes.
En cuanto a la alimentación, se recomienda que sea entre ocho a 10 veces al día y cuando el bebé no pueda mamar por sí mismo, la leche materna se le puede suministrar por medio de una jeringa. Ello, atendiendo a que necesitan mayor aporte de calorías para poder mantener un crecimiento adecuado.
Horas de sueño y las visitas
Los prematuros duermen alrededor de 18 horas al día y deben ser colocados boca arriba, a no ser que el médico indique otra posición.
De acuerdo con las indicaciones de la doctora, las visitas se deben dosificar, sobre todo al principio. Además, sugiere que no carguen al bebé ni lo toquen demasiado y que el invitado no esté sufriendo ninguna enfermedad.
Salidas y consulta médica
Los paseos están permitidos, pero hay que evitar los lugares con aglomeración de personas. Igualmente, la profesional de blanco recomienda que las consultas deben ser ante cualquier estado inhabitual del neonato, como la dificultad para respirar, fiebre y los llantos sin motivo.
Estimulación
Es fundamental el contacto constante con los padres, que le hablen, lo tomen en brazos y jueguen con ellos. También es aconsejable utilizar un móvil de color blanco y negro, con el cual el bebé este entretenido.
Seguimiento
La revisión habitual de la vista y el oído es necesaria. También se debe monitorear cuando se empiezan a reír, gatear y caminar por primera vez. Quizá, algunos bebés necesitarían fisioterapia al momento de crecer y es de suma importancia detectarlo cuanto antes.
Igualmente, el bebé prematuro posee las mismas expectativas que un bebé nacido a término, pero mucho depende de las atenciones en el hogar y el seguimiento médico, mayormente en el primer año de vida.