-No hay plata, solo lo que es barato se vende.
-Entra gente, pero la mayoría solo viene a curiosear.
-Las veredas centrales llenas de alimentos, frutales, vegetales ya forman parte del paisaje y perjudica a los negocios legales.
Es preocupante. La gente piensa varias veces en hacer una inversión, aunque sea pequeña. Las tiendas sufren, siempre uno puede vestir alguna prenda adquirida años atrás. También están los lanzados que tienen todo tipo de productos: Libros de cuentos, juguetes, utensilios e incluso reciben pago de facturas: ANDE, Copaco y otros.
¿Cómo anda el negocio? –pregunto cuando mi nietito se detiene a ver lo que le gusta, y me responden con optimismo, mientras ponen en una bolsa el juguete elegido.
Están también los valientes que, con la platita de la indemnización por despido, (muchas empresas se achicaron con la pandemia) ponen un pequeño negocio con artículos muy demandados: Cigarrillos, golosinas, gaseosas, frutas, plantas etc. Y así van salvando el día a día con la esperanza de que todo mejore.
Por este motivo, quiero proponerles una tarea que no es tan sencilla, pero que ayudará a la tranquilidad del emprendedor/a con un negocio formal que puede ir creciendo, con creatividad y por qué no, con la calidez y simpatía de sus dueños.
Iniciar un negocio en Paraguay implica cuatro pasos:
Paso 1: Redactar los estatutos de su empresa, definir capital, domicilio fiscal y representante legal. Este proceso puede durar hasta 12 semanas.
Paso 2: Obtener el número del IVA y un Certificado de la Cámara de Comercio.
Paso 3: Abrir una cuenta bancaria corporativa.
Paso 4: Hacer una inversión inicial.
Con su empresa registrada y la cuenta bancaria abierta, puede hacer su inversión inicial para completar el proceso de abrir un negocio en Paraguay.
No es sencillo, sino más bien engorroso.
¡Ser emprendedor en Paraguay viene convirtiéndose en un suplicio!
Me contaba en estos días un emprendedor: He recorrido nuestro país de punta a punta muchas veces. El 90% de las empresas son pequeñas y familiares. No debe haber una sola que cumpla toda la engorrosa maraña de regulaciones y exigencias del Estado voraz recaudador, dejándolos sujetos a coimas, extorsiones o multas, rehenes de funcionarios públicos corruptos.
Nadie parece entender en el sector público que el único lugar en donde se crea riqueza es en la empresa, del tamaño o rubro que sea, y… el Estado, socio accionista principal obligatorio con el que cada emprendedor debe lidiar y contribuir desde meses antes de abrir su negocio, es el que más palo en la rueda pone.
Sería una lástima que copiemos la experiencia de los países vecinos. Esperamos que las autoridades actuen con sabiduría, permitan trabajar y emprender sin tantas trabas para bien de nuestro país.