La fiscala antidrogas Lorena Ledesma detalló en el acta de imputación el rol que presuntamente cumplían las personas que formaban parte del grupo de estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) dedicado a la venta de drogas, desbaratado en el operativo Mercat del Departamento Antinarcóticos de la Policía.
Los jóvenes que tenían entre 20 y 36 años supuestamente comercializaban entre 30 y 40 kilos de cocaína de forma mensual y un kilo por día. El grupo movía un promedio de USD 140.000 al mes en inversión y la ganancia llegaría a USD 140.000, ya que al desmenuzar la cocaína, la ganancia es del 100%, explicó el comisario Osvaldo Ávalos, jefe de Antinarcóticos.
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Se trata de Walter José Galindo Domínguez, de 32 años; Cristhian David Galeano Lugo, alias “Caco”, de 25 años; Fernando Rafael Silva Riveros, alias “Colo”, de 25 años, estudiante del 5° año de la carrera de Derecho; Marcos David Ortellado, de 23 años, estudiante del 4° año de la misma carrera y activista político del Partido Colorado, según Telefuturo.
Además formaban parte del grupo, Héctor David Rivas Cáceres, de 22 años, estudiante del 2° año de la carrera de Derecho, vendedor de prendas y conductor de la plataforma de transporte Bolt; Mauro Javier Rodríguez Figueredo, de 22 años, estudiante del tercer año de la carrera de Derecho; Lucas Ezequiel Rodríguez Figueredo, de 20 años, estudiante del tercer año de la carrera de Derecho.
La lista sigue con Marcos Eduardo Ocampos Benítez, de 21 años, músico de batucada; Fernando Adrián Ocampos Benítez, de 24 años, de profesión delivery; Luz Antonella Guerrero Quintana, de 23 años, comerciante, del 4° año de la carrera de Administración de Empresas; Pedro Santiago Godoy Vera, de 23 años, estudiante del 2° año de la carrera de Ciencias del Deporte; César Andrés Godoy Rivas, alias “Gatito”, de 29 años.
A ellos se suman Alberto Fernando Emanuel Paniagua Musstto, alias “Pobre”, de 20 años; Gerardo Vidal Vallejos Soler, de 31 años; Fares Dan Ortiz Deleón, de 36 años.
El presunto líder, Walter Galindo
El operativo Mercat identificó a los miembros de la organización criminal y la forma en la que operaban. El presunto líder es Walter Galindo y los demás integrantes de la red estaban organizados para la adquisición de sustancias estupefacientes, cocaína, marihuana, pastillas sintéticas.
Las drogas eran traídas de los departamentos de Concepción y Amambay hasta el Departamento Central y el área metropolitana, para luego distribuirlas en cantidades considerables a otras personas para la venta al menudeo.
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Walter Galindo, según los investigadores, coordinó el envío de sustancias ilícitas a una tercera persona, que estaba a cargo de la entrega de las drogas para el abastecimiento de los demás distribuidores encargados de la venta a los clientes finales (consumidores).
La entrega y distribución de las sustancias se realizaba en la modalidad de delivery, utilizando para el efecto vehículos y motocicletas.
Los colaboradores directos
Según la Fiscalía, Walter Galindo tenía como colaboradores directos a Cristhian Galeano y Fernando Silva. Con ellos se comunicaba telefónicamente para distribuirles droga a través de terceras personas que fungían de delivery.
Galindo contaba con lugares de acopio distribuidos en toda la capital y el Departamento Central, desde donde otros colaboradores se encargaban del resguardo y posterior distribución a diversos puntos de la ciudad y sus alrededores, señala la imputación.
Galeano y Silva, bajo sus instrucciones, comunicaban a Galindo los pedidos de los clientes, coordinaban el precio e igualmente le rendían cuenta de cada operación efectuada, sostiene la pesquisa.
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Galindo tenía el control de la mezcla de las sustancias que realizaban las personas que trabajaban para él. También conocido como el “mixturado”, se trata del proceso por el cual los narcotraficantes incorporan químicos a la cocaína de manera a aumentar el volumen de las sustancias e incrementar sus ganancias.
A su vez, tenía el control de las ganancias de la venta de sustancias estupefacientes, ya que sus colaboradores constantemente les rendían cuenta y le llevaban dinero en efectivo hasta el lugar indicado por este, donde se realizaba la distribución de lo que correspondería a cada uno de los que intervinieron. Esto se efectuaba de manera periódica, dependiendo del flujo de clientes, según la investigación fiscal.
El presunto líder de la organización habría operado de manera continua, desde el 1 de diciembre del 2020 hasta el 2022, incluso en el tiempo que estuvo privado de su libertad, desde el 13 de mayo hasta el 31 de mayo del año pasado, transcurso en el cual habría coordinado la adquisición, entrega y distribución de las drogas con sus principales colaboradores.
El encargado del “mixturado”
La imputación fiscal señala que Cristhian Galeano coordinó el mixturado, fraccionamiento, y distribución de las sustancias estupefacientes, desde su vivienda en Asunción, con sus colaboradores Marcos David Ortellado y Héctor David Rivas Cáceres, quienes utilizarían diferentes tipos de vehículos para realizar el transporte de las drogas a los lugares de fraccionamiento para la entrega a los clientes.
Galeano habría recepcionado las sumas de dinero producto de la venta de los estupefacientes, que luego habría entregado a Galindo, quien realizaba la distribución de las ganancias.
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En el allanamiento realizado por agentes del Departamento de Antinarcóticos el 26 de marzo pasado, en la vivienda de Galeano se hallaron G. 15.480.000, que serían producto de la venta de las drogas, así como celulares, una balanza de precisión y varios documentos.
El encargado del acopio
Fernando Silva sería el encargado de realizar el acopio, fraccionamiento y distribución de las sustancias. El mismo habría sido el responsable de la venta de las drogas en Asunción, Lambaré, Villa Elisa y Ñemby.
Las entregas realizadas por el mismo serían efectuadas por terceras personas quienes a su vez serían las encargadas de la “subdistribución” en los lugares citados.
Silva conjuntamente con Mauro Rodríguez y Lucas Rodríguez serían los encargados de realizar tanto el acopio y el fraccionamiento de las sustancias, siguiendo las instrucciones de Fernando Silva, y distribuían la droga conforme a los pedidos ordenados por el mismo.
Entregaban las drogas vía delivery
César Godoy supuestamente recibía las sustancias a través de Fernando Silva y sus colaboradores Lucas Rodríguez y Mauro Rodríguez, en coordinación con el presunto líder de la organización y encargado del resguardo de las ganancias obtenidas por la venta que la realizaría desde la vivienda de Asunción.
Además Godoy realizaría la entrega de las sustancias utilizando la modalidad de delivery.
Fernando Ocampos sería uno de los principales distribuidores de Galindo quien habría estado operando desde la zona conocida como Cambala, en la ciudad de Asunción.
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La distribución de las sustancias la realizaría en forma conjunta con Marcos Ocampos, con quien realizaba presuntamente la entrega de la droga a los clientes desde el lugar donde residían o bien en lugares previamente pactados, utilizando diferentes vehículos.
Alberto Paniagua sería un distribuidor en la ciudad de Asunción en adyacencias a su residencia, como así también en inmediaciones del Mercado 4. El joven adquiría la droga de Galindo y bajo la modalidad de delivery realizaría la venta y distribución a las personas que le solicitaban.
Otorgaban apariencia lícita a las ganancias de la venta
Luz Guerrero, quien sería pareja de Galindo, era la encargada de otorgar apariencia lícita a las ganancias de la venta de las drogas a través de la creación de un emprendimiento que se encuentra a su nombre, desde donde simularía las actividades comerciales para así integrar las ganancias ilícitas al sistema financiero.
Asimismo, tendría a su nombre varios vehículos adquiridos con la comercialización de los estupefacientes.
En el periodo en que Galindo se encontraba privado de su libertad, la misma habría intermediado en la recepción de las ganancias del negocio de la venta de drogas, para lo cual se habría reunido en varias oportunidades con Cristhian Galeano, siempre a pedido del supuesto líder de la organización.
Un negocio de venta de celulares como fachada
Gerardo Vidal Vallejos intermediaría en la venta de sustancias estupefacientes a terceras personas y en su adquisición para la organización criminal, utilizaba como fachada su negocio de venta de celulares el cual se encontraría en el Mercado 4.
En ese sentido, según la Fiscalía, el mismo se reunía con las personas que pretendían vender la droga a Galindo e informaba a este de las características de las mismas y si eran de calidad o no para así concretar las transacciones.
Igualmente, efectuaría la distribución y venta de las sustancias conjuntamente con Fares Dan Ortiz. Asimismo, habría intermediado en la adquisición y venta de vehículos y bienes registrables, así como en la simulación del dinero proveniente del comercio de sustancias estupefacientes para Galindo y las inversiones varias para la apertura de negocios lícitos y así entregar el dinero proveniente de la comercialización de drogas en el sistema económico nacional.
Sustitución de celular, modificación de droga y certificado médico falso
La Fiscalía atribuye a Galindo y a Luz Guerrero el pago de sumas de dinero desde el 13 de mayo del 2021, ya en el marco de una investigación fiscal.
Presuntamente, con la colaboración de Gerardo Vallejos habrían sustituido el celular incautado en poder de Galindo por otro del mismo modelo.
Posteriormente, Galindo y Guerrero habrían pagado sumas de dinero para la modificación de la sustancia estupefaciente incautada en el allanamiento efectuado en su vivienda el 13 de mayo pasado, casi un kilo y medio de cocaína, por otras sustancias de similares características.
Así como el pago de sumas de dinero para la elaboración de un certificado médico aparentemente falso.
Con dicho certificado, Galindo fue beneficiado con medidas sustitutivas a la prisión preventiva en el marco del mismo proceso, para que sea sobreseído definitivamente a fines del año 2021.
Hasta el momento unas 12 personas fueron detenidas en el marco de la investigación. La Fiscalía emitió órdenes de detención contra César Godoy, Alberto Paniagua y Gerardo Vallejos.
