Todas las especies de alacranes pueden inocular veneno con su aguijón, aunque algunas no sean tan peligrosas, los médicos recomiendan colocar un paño frío sobre el área afectada y acudir rápidamente a un hospital ante una eventual picadura del insecto.
El director del Instituto de Medicina Tropical, Óscar Merlo, explicó que durante todo el año acuden hasta el centro asistencial personas que sufrieron las picaduras.
Al respecto, afirmó que no es recomendable apretar o intentar retirar el veneno con la boca, ni aplicar soluciones sobre la punzada.
“Una o dos picaduras por semana es lo que registramos. La mayoría son de especies muy agresivas”, indicó en contacto con Monumental 1080 AM.
Además, señaló que, en la mayoría de los casos, los síntomas y el dolor son aliviados con el suministro de antiinflamatorios y antialérgicos.
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No obstante, desde el año pasado, el Ministerio de Salud cuenta con el antídoto para la picadura de alacrán. “El suero antialacrán se fabrica en pocos lugares de América Latina”, acotó Merlo.
En Paraguay, un grupo de investigadores se encuentra trabajando para el desarrollo de un antídoto para determinar la toxicidad de estos arácnidos y determinar qué tipo de especies son las que están en el país.
Prevención y control en el hogar
Mantener la casa limpia y evitar acumular materiales de construcción en el patio de la vivienda son algunas de las recomendaciones que dio el director del Instituto de Medicina Tropical.
Utilizar rejillas sanitarias o de trama adecuada o con protección sanitaria en desagües de ambientes y sanitarios. También controlar las entradas y salidas de cañerías, así como las aberturas y hendiduras.
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Otras medidas a tener en cuenta tienen que ver con el uso de alambre tejido en las rejillas de desagües, revocar las paredes, reparar las grietas en pisos, paredes y techos.
Así también, realizar los controles de cámaras subterráneas, cañerías, sótanos, huecos de ascensor y oquedades de las paredes en los que pueden encontrarse.
Los lugares preferidos para esta clase de arácnidos son las cañerías, desagües, zapatos, bajo los muebles y entre las ropas. Las principales víctimas suelen ser los niños que andan con los pies descubiertos.