La imagen habla por sí sola. El retablo hecho para la misa de beatificación de Chiquitunga despertó la admiración de los que asistieron a la ceremonia realizada en el estadio del Club Cerro Porteño. Los aplausos de las 50.000 personas presentes estallaron cuando se descubrió el rostro de la beata.
Macarena Ruiz, hija del artista Koki Ruiz, comentó que el rostro había sido pintado sobre madera terciada y posteriormente cubierto con cientos de rosarios, de los 70.000 que habían sido donados.
Los rosarios, colgados del retablo, eran agitados por el viento de la tarde sabatina, dejando escapar un leve murmullo. Cada uno tuvo su historia particular. “Algunas de ellas me emocionaron hasta las lágrimas”, confesó Koki Ruiz. Detalló las anécdotas que encierran cada rosario.
Entre ellos estaba el que fue acercado por una familia, cuyo dueño original lo llevó durante la Guerra del Chaco. En Tañarandy recibió otro de manos de una señora que hacía de 10 a 20 rezos por día.
También llegaron rosarios provenientes de la congregación de carmelitas residentes en Bolivia, así como de Uruguay y del arzobispo de Buenos Aires. Uno de los que fueron enviados para el retablo tiene un significado especial: correspondía a Ángel Sagua, quien fue novio de María Felicia de Jesús Sacramentado.
Koki contó que uno de los arcos que forman parte de la obra fue donado por el director de cine Juan Carlos Maneglia. “Ese fue utilizado para la película Los buscadores. Vino con varios rosarios y se le cargaron muchos otros más”.
Temáticas. El rostro de la primera beata paraguaya es el punto central de la obra. El pelo está cubierto en parte por flores de jazmín, flor que la identificaba. En la cruz mayor, se observa al Jesús Sacramentado, lo que corresponde al nombre que adoptó María Felicia Guggiari Echeverría, más conocida como Chiquitunga. La estrella del carmelo se refiere directamente a su congregación, Las Carmelitas. La imagen de María Auxiliadora representa sus primeros pasos en la vida, realizados en su Villarrica natal. Además, representa el símbolo de la acción católica como símbolo de su vida como laica. La fórmula T2OS, creada por ella, quiere decir Todo te Ofrezco Señor.
Aún no se sabe dónde se colocará el retablo para que los fieles puedan verlo.