El vuelo del eclipse se denominó la conexión realizada por la empresa Aerolíneas Argentinas entre Buenos Aires y la provincia de San Juan. La empresa adelantó el horario de esa partida para que los pasajeros pudieran disfrutar del eclipse solar desde el aire.
La idea de modificar la hora fue del copiloto Nicolás Fronzo, aficionado a la fotografía y la astronomía. “Le propusimos el tema a la empresa y empezamos a trabajar con los distintos sectores para concretar la modificación necesaria”, señaló a la agencia de noticias Télam.
Reconoció que no fue fácil, porque tuvieron que salir dos horas antes del horario establecido para dicho servicio. Sin embargo, se mostró satisfecho porque se logró coordinar y concretar el objetivo.
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Se trató del vuelo AR 1436, con un total de 112 pasajeros a bordo, algunos de los cuales adquirieron el pasaje, precisamente, para tener la posibilidad de observar el eclipse desde el aire. Otros se mostraron sorprendidos ante esa posibilidad, según destaca una publicación del medio argentino La Voz.
“Me enteré del vuelo y decidí sacar el pasaje y desde San Juan ir por tierra a Mendoza, para tener la oportunidad de ver el eclipse desde el avión. Es una experiencia única, y no sé si alguna vez podré repetirla”, expresó Leandro, un joven de 27 años, que viajó para ver a su familia.
El eclipse inició su fase primaria cuando habían transcurrido 15 minutos de vuelo y, a medida que avanzaba hacia San Juan, la Luna iba cubriendo cada vez más al Sol, hasta que, a las 17.41, el horizonte se oscureció totalmente y, 11.000 metros más abajo, se hizo totalmente de noche.
Con mucha emoción se vivió este fenómeno natural en distintos puntos de Sudamérica, especialmente en varias regiones de Chile y Argentina, donde el eclipse tuvo entre el 90% y el 100% de visibilidad.
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En otros países como Uruguay, Perú y Brasil se logró observar de manera parcial. En Paraguay solo se tuvo ese privilegio en Loma Plata, Chaco, ya que en el resto del territorio el tiempo permaneció nublado.
“Hacia la oscuridad”
National Geographic también realizó un vuelo especial para seguir el paso del eclipse a casi 12.000 metros de altitud sobre el océano Pacífico. Esta iniciativa fue denominada “Into the dark” (Hacia la oscuridad).
El avión se movió a medida que el eclipse fue avanzando y todos los pasajeros disfrutaron del fenómeno natural por más tiempo, ya que estando en tierra duró alrededor de tres minutos.
La formación del eclipse
El profesor Blas Servín explicó que la Luna es 400 veces más chica que el Sol, que está 400 veces más lejos y que, cuando se le pone en frente, en perspectiva, tiene el mismo tamaño.
“Eso es lo que hace que ocurra el eclipse. La Luna pasa frente al Sol que tiene el mismo tamaño en perspectiva y lo cubre totalmente. Con esa sombra que proyecta la Luna es que se puede ver el eclipse total”, indicó.
Como agregado, el experto en astronomía contó que este fenómeno tenía un significado para la cultura del pueblo guaraní, cuya creencia sostenía que en el cielo vivía un jagua hovy (puma). Para ellos, este animal estaba corriendo en el cielo, y de pronto se tragaba la Luna o el Sol.