El inicio de las clases escolares tiene mucha relación con el ámbito emocional, ¿Por qué? Porque para los más pequeños de la casa implica un cambio de hábitos y relacionamientos respecto a los que estaban acostumbrados en la comodidad del hogar.
“Los niños que inician la vida escolar, prejardín y preescolar están cargados de emociones. Son los mismos sentimientos que experimenta un niño al cambiarse de escuela. Por eso es importante saber identificar y entender cuáles son esas emociones y considerar que no están mal, solo que se deben aprender a sobrellevarlas con calma”, menciona la sicóloga infantojuvenil Belén Espínola.
Sentimientos
Miedo, ansiedad, enojo, alegría y tristeza son algunas de las emociones que presentan los niños, dependiendo del caso, a la hora de iniciar las clases.
El abanico de sentimientos es enorme y florecen en esta etapa, que si bien es una de las más importantes, no quita el hecho que será difícil al principio, señala la profesional.
Esto se da debido a que los niños se criaron los primeros años en un núcleo familiar concreto, sin rutinas ni horarios. Sin embargo, al ingresar a la escuela deben seguir una estructura diferente y adaptarse a nuevos hábitos que los acompañarán por muchos años de su vida.
“Como padres se debe entender que el niño ‘no se está haciendo nomas’, como se suele decir respecto a ciertos comportamientos. En realidad, el chico siente un tipo de miedo e incertidumbre. Debemos aprender a respetar eso y acompañar su proceso”, recomienda la profesional.
Por esta razón, la sicóloga recomienda que los padres inicien un proceso de adaptación mucho antes del inicio de clases, es decir, comenzar con algunas rutinas ya en casa para que la transición no sea del todo desconocida y de golpe.
“Hay que anticiparnos. Por ejemplo, si van a iniciar este lunes las clases, una semana antes ya hay que empezar con una iniciación de levantarse temprano, preparar las cosas, mostrarle cómo preparamos la lonchera o la mochila, inclusive sería bueno ponerle un menú de merienda, lo que quiera llevar a la escuela. Todo eso es importante empezar a hacerlo antes del inicio de clases para que los niños vayan acostumbrándose al proceso de cambio al que van a estar sometidos”, agregó Espinola.
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Otra opción recomendable, de ser posible, es que los niños que inician la vida educativa formal lleven algún juguete de apego de la casa, uno que los haga sentirse seguros, puede ser uno pequeño o algún peluche.
“Es recomendable que los niños lleven algún juguete de apego, el cual le sirva como un sinónimo de seguridad, puede ser un juguete pequeño o un peluche, algo que traigan de la casa, que sea una suerte de conexión y de transición de lo que es la casa al colegio. Es bueno aclarar que esto es solo para algunos casos, no pasa con todos los niños”, mencionó la sicóloga.
Otro punto muy importante que se debe tener en cuenta, según la profesional, es que los llantos, berrinches y el disgusto forman parte de la transición del niño a la hora de iniciar las clases.
A pesar de que esto sea una angustia y preocupación para los adultos, se debe tener muy presente que esto es parte del proceso y se debe aprender a sobrellevar con paciencia y acompañamiento.
“Debemos aprender a sobrellevar cada uno de estas de estas emociones para llegar a la meta deseada que es un niño feliz y adaptado a su nueva casa”, agregó.
¿Cómo lo hacemos? Es la gran pregunta y para la sicóloga, especializada en niños y adolescentes el proceso se debe llevar de la manera PACO (Permiso, anticipar, contar y organizar).
- Permitirles llevar algún juguete de acompañamiento.
- Anticipar lo que va pasar, es decir contar que desde ahora deberán quedar en la escuela con la profesora.
- Contarles quien se encargará de buscarlos de la escuela, siendo sinceros y cumplidores.
- Organizar una rutina llevadera para la semana escolar. Esto se puede aplicar ya desde días antes del inicio de las clases.
El proceso de adaptación de los niños, puede durar días, semanas, incluso se podría llegar a un mes de adaptación.
“No es costumbre, es un proceso de adaptación, eso lleva más o menos hasta marzo, es decir un mes. No es un proceso tan largo, pero en dos semanas, tres, algunos en un mes llegan a adaptarse del todo. Cuando este proceso se extiende por más, como una situación llamativa, es recomendable acercarse a un profesional que pueda ayudarlos a entender cuál es el motivo por el cual el niño o niña no se está adaptando al nuevo espacio escolar”, refirió Espínola.
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La vida escolar de los niños inicia generalmente a los cuatro años, pero los profesionales recomiendan, de ser posible, que los peques ingresen al prejardín a los tres años. Antes de esa edad, la sicóloga recomienda, de ser posible, que los chicos queden en la casa, a cuidado de algún familiar.
Así también, es de suma importancia que los padres escojan de manera sabia la escuela, teniendo en cuenta la manera en que la institución educativa aborda los temas de inclusión, bullying, el abuso, la metodología de aprendizaje, cantidad de niños en el aula, entre otros puntos.
Los padres
¿Cómo se prepara papá o mamá para el inicio de la vida escolar de sus hijos?
“Los padres debemos entender desde el principio que esto será un proceso de adaptación, un momento que todos pasamos y cada uno va tener su propia característica y podría no ser sencilla. La adaptación no se da de un día para el otro. No todos los casos son iguales, por eso debemos aceptar la situación y no angustiarnos, más bien, acompañar el proceso, estando presentes para nuestros hijos sin ver esto como algo negativo o malo”, agregó.
La licenciada en sicología infantil, invita a una charla virtual, a los padres y personas interesadas en aprender sobre la transición y el inicio de clases y a cómo manejar las emociones de los niños.
La misma se llevará a cabo el próximo martes 07 de marzo a las 19:30. Para más detalles se pueden contactar al (0984) 919 190.
“La charla nace de una necesidad de un espacio donde los adultos puedan aprender a ser el nexo entre el mundo de las emociones y sus niños. Anteriormente creamos el laboratorio de emociones para los más pequeños y ahora les toca a los adultos”, comentó la profesional.