La piel también requiere de cuidados especiales en el invierno, por lo que el Ministerio de Salud recomienda una buena hidratación, la aplicación de protector solar, humidificación y el uso de ropa adecuada.
Estas son solo algunas de las acciones que recomienda la cartera sanitaria para mantener una piel radiante y saludable en esta época de frío.
La piel requiere también de atención en el invierno, y ante esto, el Programa Nacional de Control de Lepra, dependiente del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, brinda recomendaciones prácticas para mantener una piel en óptimas condiciones.
* Consumo de agua: beber la cantidad suficiente de agua en invierno es vital. No se debe esperar a tener sed, porque eso significa que ya se está deshidratado. La cantidad mínima recomendable es de ocho vasos diarios de agua.
* Hidratación: aumentar la hidratación de la piel mediante lociones o cremas que contengan glicerina o ácido hialurónico. Es clave aplicarlos después de la ducha y antes de salir al frío.
* Evitar duchas muy calientes: el agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, dejándola seca y deshidratada. Por eso, es mejor un baño con agua tibia o natural para no dañar la piel.
* Humidificación: se puede utilizar humidificadores en la casa para contrarrestar el aire seco de la calefacción. Esto también facilita mantener hidratada la piel.
* Protector solar: emplear protector solar también en época de invierno. Los rayos UV siguen presentes y pueden dañar la piel, en particular en días soleados.
* Protección labial: es clave cuidar los labios, debido a que son muy sensibles al frío. Se puede aplicar bálsamos labiales hidratantes con protector solar.
* Alimentación correcta: la alimentación debe ser rica en nutrientes como vitaminas A, C y E. También es importante incluir alimentos con ácidos grasos tipo omega-3. Estos nutrientes contribuyen a la salud de la piel desde el interior.
* Ropa adecuada: emplar prendas adecuadas, holgadas, cómodas y que cubran del frío. Cubrir el rostro y las manos. Si es necesario, usar bufandas y guantes para evitar una exposición directa.