Tras las publicaciones sobre la contaminación del río Pilcomayo con metales pesados que superan el valor permitido y la falta de alerta a moradores que dependen del cauce, el intendente de Mariscal Estigarribia, departamento de Boquerón, Víctor Manuel Díaz, alegó que como medida ayer envío a funcionarios a relevar datos en las zonas ribereñas.
Los funcionarios, según Díaz, fueron a consultar a pobladores si tuvieron problemas de salud o alguna molestia que pueda estar relacionada con el río. Indicó que es la primera vez que realiza este tipo de monitoreo.
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición en la comunidad indígena Nivaclé de San Agustín (Pedro P. Peña) como en la Unidad de Salud Familiar afirmaron no recibieron la visita. El intendente citó a esta comunidad como uno de los lugares donde fueron los técnicos; también en Pozo Hondo, pero desde la Prefectura Naval de Pozo Hondo, ruta de acceso, afirmaron que tampoco pasaron.
En ambas localidades como en Cristo Rey, los pobladores cuentan con pozo profundo. Mientras que en otros sectores como La Dorada, ubicado mitad en Mariscal Estigarribia y en parte al nuevo distrito Boquerón, beben agua del río. En total son ocho las comunidades ribereñas que dependen del distrito de Mariscal Estigarribia: cinco comunidades indígenas y tres no indígenas, según el jefe comunal. En todos estos sitios dependen de la pesca.
El Municipio lleva provisión de agua en periodo de sequía cuando los pozos profundos ya no abastecen, según Díaz.
Sin aviso. El intendente señaló que no recibió datos sobre resultado de laboratorio por parte del Mades. Dicho ministerio envió el resultado laboratorial a la Prefectura Naval de Pozo Hondo, recién ayer 27 de octubre.
La toma de muestra de agua se realizó ya el 18 de agosto de 2022 en dicho sitio. Fue en medio de la presión mediática ante el colapso del dique de desechos mineros que ocurrió en julio aguas arriba, en Potosí de Bolivia. En el resultado se detectaron contaminantes que hacen que el agua no sea apta para consumo, pero el documento no fue remitido a autoridades de la zona afectada. Tras la publicación sobre el dato oculto, desde la cartera ambiental alegaron que el informe está en la web desde el 28 de setiembre, posteo que llamativamente no fue difundido a través de las redes como es de costumbre, y que los técnicos ya habían declarado para Última Hora sobre los resultados y la recomendación. Sin embargo, en el caso de algunos moradores que dependen del río ni siquiera cuentan con agua segura, menos con un teléfono inteligente y buena señal para enterarse por internet qué pasa con el cauce que los alimenta en medio del aislamiento y abandono estatal.
Los técnicos fueron a consultar a los pobladores si tuvieron algún tipo de molestias relacionadas con el río Pilcomayo. Son ocho las comunidades en zona de ribera. Víctor Manuel Díaz, intendente M. Estigarribia.
Invitan a tomar agua de río a ministro de Bolivia
El Ministerio Ambiente y Agua, Juan Santos, de Bolivia, se negó a beber el agua del río Pilcomayo que los senadores de su país le acercaron para tomar.
Los legisladores cuestionaron que el ministro en su informe haya alegado que el agua no fue contaminada con los desechos de metales pesados tras el colapso de dique de colas de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras de Potosí (Fedecomín).
Santos reconoció finalmente que la compañía no cuenta con la licencia ambiental y se excusó con que la autoridad departamental es la responsable en primera instancia.
El Pilcomayo tiene la amenaza diaria de más de 28 mil toneladas de desechos mineros de 45 diques de colas ubicados en la cuenca alta. Estas se predisponen a viajar por el afluente. Los especialistas tanto de Paraguay como de Bolivia afirman que en algún momento los metales pesados recorrerán todo el afluente.
Estudios desde el 2015 muestran presencia de: plomo, manganeso y níquel con valores que superan los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS)