“Mi hijo ya está teniendo miedo. Él es un niño con condición de TEA, y ese martes (el día del derrumbe) le vi demasiado mal, gritaba y casi convulsionó”, contó Sandra.
El derrumbe de una parte de su vivienda se registró durante la última lluvia registrada el martes pasado.
“Vengo y voy todos los días, y yo sé lo que le está pasando y no quiero que llegue a ser un trauma para él cuando empiece a llover. Porque sinceramente fue un episodio muy feo el que pasamos y él se quedó medio trastornado”, refirió la pobladora.
El derrumbe, contó Sandra, además representa una pérdida material de más de 15 millones de guaraníes invertidos en los materiales de hierro, cimiento y soporte.
“Supuestamente (la Municipalidad) iba a venir a ver y esto y aquello, pero nada, no pasa nada. Ya es viernes nuevamente y no hay, no hay, no se conforma la mesa de diálogo, no hay nada”, manifestó.
La falta de conformación de la mesa de trabajo, prometida por la Municipalidad, fue mencionada el miércoles pasado por los concejales Javier Pintos y Humberto Blasco. Dicha mesa se anunció atendiendo al riesgo que existe en torno al mirador.