“La prioridad son las cocinas y los productos procesados, principalmente para controlar cómo se manipulan los alimentos y también cómo se encuentran las piscinas de estos establecimientos”, especificó el director de Defensa al Consumidor, Guillermo Fernández.
Añadió que el control de las piletas pasa por verificar el nivel de PH del agua, para comprobar que no tenga coliformes fecales.
“El objetivo es que ninguna persona salga con problemas en la piel u otras complicaciones cutáneas, por culpa de las piletas con aguas no tratadas como corresponde”, remarcó.
Aclaró que entre las opciones de alojamiento están también los hostales, hospedajes y las viviendas para alojamiento. Puntualizó que las cocinas y piletas de 22 hoteles ya fueron controladas.