La fuerza de la retroexcavadora, bajo la coordinación de un despliegue de rescatistas, extrajo del lecho del arroyo Lambaré la camioneta Toyota Fortuner en la que iban a bordo dos militares que fueron arrastrados por el raudal. Cientos de espectadores observaron atónitos el ascenso del vehículo totalmente destrozado y cargado de sedimentos. La gran incertidumbre era si las víctimas seguían dentro, pero no fueron halladas. Hasta el cierre de esta hoja la búsqueda continuaba por vía área, fluvial y terrestre.
Este es uno de los hechos más impactantes que dejó como secuela el diluvio de ayer. Lambaré fue una de las áreas más afectadas, una ciudad donde, al igual que en Asunción y toda el área metropolitana, cada temporal encuentra a una precaria infraestructura, carente sobre todo de desagües, generando fácilmente un colapso en la vía pública, al sumar la inconciencia de las personas que siguen arrojando basura en cualquier sitio.
Además de las personas desaparecidas, se registraron precarias capas asfálticas destrozadas, altos muros de contención caídos y varios otros vehículos arrastrados por el raudal.
En el caso de los militares desaparecidos, se trata del sargento Alexis Teobaldo Sosa Leiva y el sargento Domingo David Ríos Domínguez, quienes en la madrugada de intensa lluvia abordaron la camioneta del Ejército para cumplir con la tarea de ir a buscar en su domicilio al general César Moreno, comandante de las FFMM. Aparentemente, iban sobre la avenida Argaña y al llegar a la calle Santa Rosa, a una cuadra de la Municipalidad de Lambaré, fueron arrastrados por el raudal.
Tanto este como otros puntos de Lambaré, donde la calle da con el arroyo, representan un peligro mortal en la zona por la falta de suficiente señalización y protectores.
“El suceso de la camioneta militar es total responsabilidad del Gobierno Central y los municipios que nunca se interesaron en solucionar los verdaderos problemas de desagüe y los cauces hídricos. Siguen derrochando el mayor porcentaje del presupuesto en asfaltos e infraestructura vial cuando la necesidad primordial es otra”, cuestionó el concejal de Asunción, Pablo Callizo (PQ).
La vera del arroyo Lambaré está rodeada por cientos de hogares. La superficie del sitio sufre constantes socavaciones, exponiendo al peligro a sus habitantes. En algunos tramos la barranca supera los 10 metros. En la jornada de ayer se observaron muros de grandes dimensiones que cayeron en bloque y quedaron estancados en el cauce, entre toneladas de desechos de todo tipo.
Vecinos de zonas como barrio La Felicidad comentaron que constantemente recurren a la Municipalidad lambareña y la respuesta es que se requiere ya la intervención del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones para muros de mayor complejidad. Sin embargo, hasta ahora no se observan las gestiones necesarias para concretar la obra.
Varias calles de Lambaré, constantemente averiadas, empeoraron con el raudal.
Destrozos en área metropolitana. La ciudad de Villa Elisa también se vio afectada. Pobladores reportaron raudales sobre principales avenidas, que además dejaron a su paso casas inundadas. Algunos vehículos quedaron atrapados en baches que parecían cráteres.
En Capiatá también se registró inundaciones que afectaron incluso al camposanto, justo en una fecha de alta concurrencia por el Día de los Fieles Difuntos.
En Luque un hombre de 72 años fue rescatado al ser arrastrado por el raudal al intentar cruzar la calle Capitán Zayas casi Leonismo Luqueño.
El fin de semana la lluvia afectó considerablemente a este Municipio, principalmente en área céntrica. Vehículos fueron arrastrados por el raudal y el torrente afectó a hogares y viviendas, dejando cuantiosos daños.
Asunción. En el Bañado Sur las viviendas más afectadas fueron en Caacupemí, Porvenir, San Blas y, sobre todo, San Roque, que está más cercana al río Paraguay. En horas de la madrugada los arroyos Ferreira y Morotî se desbordaron al mismo tiempo, provocando que el nivel de agua sea de más de medio metro.
Desde la Municipalidad de Asunción anunciaron que todas las direcciones operativas están bajo máxima alerta desde el miércoles, con el objetivo de prestar los primeros auxilios necesarios, ante los graves eventos meteorológicos.
En capital, para reportes de árboles caídos, la ciudadanía puede contactar al (0985) 853-144, como también a través de las redes sociales: Twitter: @asudsu. Facebook: Dirección de Servicios Urbanos – Municipalidad de Asunción Instragram: @asu.dsu. Se insta a la ciudadanía a no arrojar basura a los raudales.
NÚMEROS DE SERVICIOS
(0985) 862-744 para solicitar a la PMT de capital servicio de grúa en los casos en que el vehículo quede parado.
(0985) 853-144 es la línea para reportar de árboles caídos en la ciudad de Asunción. También se puede realizar a través de las redes sociales de la Comuna.
(021) 162 es la línea para denunciar la pérdida de tapas de registros cloacales arrastradas por la lluvia.
Lambaré es 100% zona roja en los días lluviosos
Circular por la ciudad de Lambaré en los días de inttensa lluvia es un peligro mortal, así lo sostiene el propio intendente, Guido González, quien asumió que con cada temporal sus calles se convierten en arroyos por la fuerza del agua.
Refirió que justamente una de las zonas más críticas de la ciudad de Lambaré es el área del Cuartel Central del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP). Ubicado en la avenida Luis María Argaña en su intersección con la avenida Santa Rosa de Lima, a una cuadra de la Municipalidad, donde desaparecieron los dos militares arrastrados por el caudaloso raudal.
En comunicación con Monumental 1080 AM, González explicó que las calles se inundan porque todas las aguas que vienen de la avenida Defensores del Chaco, lado Villa Elisa, y de República Argentina desembocan en el cauce hídrico que lleva el mismo nombre de la ciudad y convierten a sus calles en arroyos.
“Mantener nuestras calles en perfecto estado resulta complicado, ya que todas las calles se convierten en arroyos, debido a la fuerte corriente que arrastra todo hacia el arroyo”, sostuvo.
Los raudales de gran magnitud sobrepasan la capacidad del puente que está cerca de la sede Comuna lambareña.
Hospitales sufrieron impacto de tormenta
Pacientes con los pies en el agua, sentados y conectados al suero, otros alzando las piernas en las sillas, era parte ayer del panorama en el Hospital General de Lambaré, que se inundó a causa de la tormenta. Mientras, enfermeras y personal de blanco desaguaban los pasillos y salas de internaciones afectados por las intensas precipitaciones, debido a las goteras.
Gran parte de las instalaciones del Hospital de Lambaré estuvieron inundadas durante la tormenta. En medio de las aguas, los enfermos esperaron para consultar y recibir asistencia médica, tanto en consultorios ambulatorios como en las urgencias.
Una mujer –en declaraciones a NPY– se quejó de que la enfermera le dijo que debía esperar la atención médica, pese a la herida que tenía la persona a la que acompañó hasta el servicio de salud. El personal de blanco levantó las sillas y los enseres encima de las mesas, mientras escurrían el agua hasta con escobas. Algunas zonas fueron evacuadas para los trabajos de limpieza. Otros pacientes se quejaron de la insalubridad en la que recibieron asistencia médica.
El director del Hospital de Lambaré, doctor Derlis Carreras, explicó en una entrevista con NPY que el problema está en los desagües, en la infraestructura de urgencias, que ante cualquier lluvia rebozan de agua e inunda el servicio. Esta situación se suma a las goteras que pululan en el edificio, que tiene una antigüedad de 20 años. Añadió que tuvieron que apagar equipos de diagnósticos para prevenir siniestros.
MÁS AFECTADOS. El Hospital Central del Instituto de Previsión Central (IPS) también sufrió el impacto de la tormenta. La energía eléctrica se cortó en algunos sectores como los pabellones 1, 2 y 3 de planta baja y subsuelo. Tras los trabajos de los técnicos del área de mantenimiento restablecieron el suministro de la energía eléctrica. En medio de la situación se garantizó la atención a los pacientes, según un comunicado de la previsional.