La falta de tierras para asegurar la seguridad alimentaria y una necesidad de mayor capacitación para los microemprendimientos, son las situaciones que debe afrontar la comunidad aché de Puerto Barra, del distrito de Naranjal, de Alto Paraná. Hace 16 años piden la compra de 6.200 hectáreas para la diversificación de la producción. Actualmente experimentan un acelerado crecimiento demográfico.
José Anegi, miembro de la comunidad, no ocultó su preocupación al referirse a los proyectos de este 2020, con relación a la necesidad de seguir apostando por la diversificación de la producción, ya que el año pasado tuvieron un percance con la caída del precio y la baja cosecha de los cultivos extensivos.
“Tenemos productos de consumo como mandioca, batata, maíz, en 20 hectáreas. Colmenas para la producción de miel, leche y queso, además de porcinos. Cultivo de yerba mate. También de alevines en estanques”.
Actualmente, cuentan con 230 hectáreas de soja. “Nuestro objetivo siempre fue la seguridad alimentaria. De algún modo debemos tener un ingreso, que no sea de la soja solamente. El año pasado no se pudo cosechar casi el 50% y también hubo caída del precio”, señaló Anegi.
RECLAMO. “El primer pedido se realizó en el 2003 ante el Instituto Nacional del Indígena, que se reiteró en el 2008, pero no se tuvo respuesta”, refirió el indigenista y asesor Bjarne Rolf Fostervold, con relación al reclamo de más tierras. Su padre inició el trabajo con la comunidad en la década del 70, para frenar el genocidio de los aché.
“Hay un crecimiento demográfico muy acelerado y en el último año la tasa fue del 12%, con 277 personas en la comunidad sobre una tierra de 821 hectáreas. En 5 años más con este crecimiento ya tendrán 500 personas en la comunidad sobre la misma cantidad de tierras, que ya no se puede desmontar por la ley de deforestación cero y porque ya no hay tierras aptas para la agricultura”.
El crecimiento también obedece a la inmigración interna de los aché de otras localidades por falta de oportunidades. A los nuevos, les cuesta trabajar en comunidad por la aculturación y la presión criolla que les están obligando a abandonar sus principios de manejo del monte, según el indigenista. Actualmente, hay 12 microemprendimientos en marcha en la comunidad, pero necesitan fortalecer con la capacitación.
Los aché de Puerto Barra están asentados en 821 hectáreas entre los ríos Ñacunday e Yñaro, en Naranjal. De 29 personas que salieron del bosque hace 44 años, en la actualidad hay 277 habitantes.