“Antes del año 2000, uno podía entrar donde quería para buscar miel, después los ganaderos empezaron a prohibir la entrada, pero ellos cruzan por nuestra comunidad cuando quieren”, mencionó un participante.
“Se quema mucho alrededor, y eso afecta la humedad y afecta a la comunidad. Por eso, hace más calor ahora y llueve menos. Nuestra comunidad es muy chica, ya no hay miel ni animales, y ya no podemos cazar afuera porque todas las estancias tienen matones”, agregó otro.
Indicaron que la llegada de la soja al Chaco traerá más problemas de tierra y agua, así como problemas de salud a las comunidades.
“Los pueblos indígenas vamos a salir perdiendo, como siempre. Los abogados de los ganaderos van a tener más peso”, dijeron.