Desde hace ocho meses que comunidades indígenas de la zona de Río Verde, del Departamento de Presidente Hayes, Chaco, vienen pasando necesidades económicas, pero en estos últimos tiempos la situación fue empeorando.
Por esta razón se manifestaron este lunes, cerrando la ruta internacional Carlos Antonio López, Transchaco, a la altura del kilómetro 324.
Uno de los líderes, Teodoro Capestegui, manifestó que ya no dan más y que la última forma de reclamar a sus autoridades políticas es con el cierre de ruta. “Sabemos que molestamos a muchos camioneros y personas en tránsito. Hablamos con ellos y les explicamos del porqué estamos recurriendo a esta medida de presión”, dijo.
“Algunos entienden y nos apoyan, pero otros se enojan y nos dicen que está prohibido el cierre de ruta. Sabemos de eso, pero recurriendo por la forma pacífica y como corresponde, en nuestro país no tenemos respuesta”, señaló.
Dijo que la situación va empeorando cada día más con la falta de agua y alimentos y que la paciencia llegó a su límite.
Manifestó, además, que son gente pacífica y que cuando reclaman es porque ya no pueden. Que recurrir a sus autoridades políticas se da porque dentro de sus comunidades rebasaron la capacidad de respuesta, en este caso de hambre y de sed.
Según Teodoro, los miembros de las 8 aldeas se dedican a la pequeña ganadería y a aves de corral.
Otros a la agricultura familiar, sin embargo, con la sequía, muchas de sus haciendas van muriendo y trabajar la tierra para la agricultura tampoco es posible porque no hay lluvia. Los últimos reservorios de agua se van secando y ya no es apta para consumo, expresó.
La medida de fuerza se dará hasta tanto tengan una respuesta favorable del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi) y de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), así como la presencia del gobernador de Presidente Hayes, Rubén Roussillón, y del intendente de Villa Hayes, Esteban Ríos Ayala.
Entre los pedidos de mitigación está la provisión de víveres y agua durante esta situación de crisis alimentaria, expresó el líder Teodoro.
Asimismo, sugirió que el Gobierno les cabe un pozo artesiano para hacer frente a la escasez de agua.
Actualmente, son aproximadamente 700 familias las que padecen de miseria en la comunidad de La Herencia y sus aldeas. Muchos son ancianos y enfermos que requieren de alimentos y agua potable como también de buena atención médica.
Al respecto, dice nuestro entrevistado que también es urgente la dotación de más profesionales de blanco en el puesto de salud de La Herencia, pero que las veces que reclaman les salen con la versión de crisis sanitaria a nivel país por el tema de Covid-19.