El estado de las rutas del Chaco son visibles para muchos, el lado oculto queda más allá de la capa asfáltica que se conoce, a varios kilómetros tierra adentro de la civilización.
Nepoxen, 25 de Febrero, 8 de Enero y Sariá son algunas de las siete comunidades indígenas que se encuentran en la región Occidental, específicamente en el departamento de Presidente Hayes, donde habitan unas 1.000 personas. Lo lamentable de estas comunidades es que no todas poseen escuelas y en algunas ocasiones los maestros enseñan a puro pulmón, sin un rubro del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Virgilio Suárez, líder de la comunidad indígena Nepoxen, llegó con una comitiva de representantes de diferentes lugares para denunciar la precariedad con la cual conviven por falta de presencia y atención de las autoridades estatales, como el Instituto del Indígena (INDI), que es el encargado del bienestar de los indígenas en el país.
“La necesidad es grande”, afirmó el líder Nepoxen, alegando que el INDI es el que debería estar más preocupado por la situación que atraviesan, pero el instituto no es consciente de la necesidad existente de sus pares.
Nepoxen es una comunidad distante a 340 kilómetros de la capital, donde no cuentan con energía eléctrica y mucho menos con un centro de salud cercano.
La falta de caminos es otro de los males que aqueja a las comunidades, pues la ruta con dirección a la colonia Ceibo, departamento de Presidente Hayes, queda a muchos kilómetros de las locaciones en donde se encuentran viviendo, sin contar que las vías más cercanas a sus casas son precarias, de un solo carril, de tierra y llenas de malezas, lo que presenta dificultades para transitar, incluso a caballo.
“En época de elección van las personas a mentir, no hacen nada”, manifestaron los líderes, afirmando que políticos de la región llegan solo en tiempos electorales a pedir votos, pero no para cubrir las falencias por las cuales atraviesan.
El centro de salud más cercano está ubicado en el distrito de Teniente Primero Manuel Irala Fernández, a unos 60 kilómetros de las comunidades.
Otro de los problemas que afrontan los indígenas es la tala ilegal de árboles. “Nosotros éramos recolectores y también nos dedicamos a la medicina tradicional, pero con la tala de árboles por la zona es difícil continuar con las costumbres para sobrevivir”, comentaron los líderes.
Además piden al Gobierno, principalmente al Ministerio de Educación y Cultura (MEC) que la merienda escolar llegue hasta las escuelas de las comunidades, pues si tienen suerte les alcanza en el año, afirmaron.
Las autoridades cuyo deber debería ser el de brindar bienestar a las comunidades indígenas son el INDI, la Gobernación del departamento de Presidente Hayes, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud, entre otros.
Remarcaron que la ausencia del INDI es lo que más duele a los pobladores de la zona, pues es su representante directo y “no tienen ni proyectos de desarrollo de las comunidades y luego somos nosotros los indígenas los que somos haraganes, y nos avergüenza esta situación”, reprocharon los representantes de Nepoxen.