30 nov. 2024

Con 52 cómplices, Ibáñez consigue el blanqueo y mantiene su banca

Tras un largo debate, la mayoría de la Cámara de Diputados –entre colorados abdistas y liberales– decidió no hacer lugar al pedido de la pérdida de investidura del legislador, que confesó haber robado.

Salvado.  Ibáñez consiguió que la mayoría de sus colegas le apoyen y de esta manera pueda seguir como diputado luego de haber robado al Estado.

Salvado. Ibáñez consiguió que la mayoría de sus colegas le apoyen y de esta manera pueda seguir como diputado luego de haber robado al Estado.

Desde el momento en que el martes el también procesado diputado abdista Carlos Núñez presentó un documento alternativo para el tratamiento de la pérdida de investidura del colorado José María Ibáñez, se sabía del final que tendría el planteamiento.

En la tarde de ayer, sin que un solo diputado se manifieste a favor del colorado, ni siquiera sus correligionarios, y tras un largo debate, se llevó a votación la cuestión y con 53 votos, incluido el de Ibáñez, el pedido fue remitido al archivo, con lo que el cuestionado legislador no sufrirá ningún tipo de castigo político o moral. De los 53 diputados, entre ellos una mayoría abdista, 42 se abstuvieron, 6 votaron en contra y 5 se ausentaron de la sesión.

Se necesitaban 53 votos para la pérdida de investidura, pero solo se consiguieron 27.

A poco de iniciarse la primera sesión extraordinaria, Ibáñez llegó a la sala de sesiones y escuchó el pedido realizado por su correligionario Ulises Quintana, quien solicitó el tratamiento de la pérdida de investidura sin ningún tipo de argumentaciones.

NO ES ACUSACIÓN. Ante esta situación, el patriaqueridista Sebastián Villarejo señaló que el documento presentado por los colorados es un escrito de defensa y no un motivo por el cual se encara el pedido de la pérdida de investidura.

En el mismo sentido se expresó Kattya González (PEN), quien dijo igualmente que la intención es juzgar la conducta política. Indicó que resulta incómodo erigirse en jueces de sus pares, pero que es una atribución constitucional.

Mencionó que los parlamentarios están para legislar y no para traficar influencias, tal como lo hizo Ibáñez. “No provoquemos a la ciudadanía. Hay mucha gente pendiente de lo que hacemos”, remarcó la novel parlamentaria.

González y Villarejo solicitaron que las acusaciones y el descargo de Ibáñez se realicen ayer y la votación se lleve adelante la próxima semana, en otra sesión extraordinaria tal como lo indica la reglamentación del artículo 201 de la Constitución Nacional.

Esta moción no tuvo eco favorable, ya que los colorados se opusieron e incluso Justo Zacarías Irún sostuvo que “dilatar el tema es una cuestión hipócrita”.

Los nerviosos colorados también se opusieron a que la votación sea nominal, principalmente el proyectista Núñez Salinas, que seguía las instrucciones de Ibáñez, que no quería una votación nominal, sino electrónica.

Esto se llevó a votación y finalmente se decidió por la votación nominal. Esta situación llevó a la mayoría de los diputados a abstenerse y no votar directamente en contra de la pérdida de investidura, con lo que al final apoyaron indirectamente el blanqueo.

La liberal Celeste Amarilla fue la única de dicho partido que se manifestó a favor de la pérdida de investidura y expresó que sus colegas pretenden encarar el tema por lo estrictamente jurídico, cuando lo que se pide es una sanción moral. Se dirigió directamente a Ibáñez y le pidió que deje su banca. “Renuncie y no nos exponga a esta situación de juzgarle”, enfatizó.

Sin embargo, Ibáñez hizo caso omiso al pedido de su colega y, al contrario, se aferró aún más fuerte a su cargo.

El legislador realizó un descargo de casi una hora, atacando principalmente a los medios de comunicación y de que se le quería juzgar doblemente por un caso que se registró en el periodo legislativo pasado.

En respuesta a esto, el patriaqueridista Carlos García lamentó que en la defensa (de Ibáñez) “no se escuchó ni una sola vez la palabra honorabilidad”, hecho que justamente intentaban salvar al plantear la pérdida de investidura.

Ya en la segunda sesión extrordinaria, convocada para registrar la votación, Villarejo que habló nuevamente aseguró que no existe doble juzgamiento y destacó que en los 50 minutos de descargo de Ibáñez en ningún momento negó el hecho y no explicó por qué se contrató como funcionarios de la Cámara a sus caseros. “Amerita una respuesta política y la Cámara debe obrar en consecuencia. Fue un descargo político y aquí se juzga políticamente”, acotó.Los argumentos no sirvieron e Ibáñez se salvó.

Apoyaron pérdida de investidura
Miguel Cuevas (ANR)
Roberto Acevedo (PLRA)
Carlos Rejala (H)
Juan Carlos Osorio (ANR)
Sebastián Villarejo (PPQ)
Celeste Amarilla (PLRA)
Carlos García (PPQ)
Emilio Pavón (PLRA)
Pastor Vera (PLRA)
Eri Valdez (PLRA)
Carlos López (PLRA)
Roberto González (ANR)
Miguel del Puerto (ANR)
Celso Kennedy (PLRA)
Walter Harms (ANR)
Colym Soroka (ANR)
Fernando Oreggioni (PLRA)
Jorge Ávalos Mariño (PLRA)
Roya Torres (PLRA)
Ramón Romero Roa (ANR)
Jorge BrÍtez (CN)
Édgar Acosta (PLRA)
Tito Ibarrola (H)
Kattya González (PEN)
Jazmín Narváez (ANR)
Rocío Vallejo (PPQ)
Norma Camacho (PEN)

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