Trabas. “Estamos llegando al límite”, comenta Marcos Riveros, quien junto a otras 60 padres de familia conforman la organización Cannabis Medicinal Paraguay (Camedpar) que pide al MSP un estudio que avale la fabricación de este medicamento al que califican de efectivo, pero costoso.
Cada frasco dura entre uno y dos meses y el dinero casi es insuficiente. La organización pidió a Salud que ayude a subsidiar parte de los gastos, ya que el costo del envío del aceite subió ante la negativa de las empresas de tarjetas de crédito de operar con la farmacéutica (HempMeds, California, EEUU) que vende este derivado de la marihuana.
Señala que 5 familias se unieron para poder comprar juntos los medicamentos, pues el pago por trasferencia bancaria tiene su costo. En total son 7 las familias que tienen el aval médico para importar el aceite. El papá de Alana sabe que la legalización del uso medicinal del cannabis tendrá su proceso, se exigen estudios.
Riveros explica que la planta cultivada en el país no se puede usar para conseguir el aceite medicinal porque cuenta con alto índice de THC (tetrahidrocannabinol), y no de CBD (cannabidiolde). Para este medicamento se utiliza el elemento CBD, pues aumenta el valor medicinal de la planta.
Mientras Alana sigue sorprendiendo escuchando música y jugando con su hermana, sus padres esperan que Salud escuche su clamor y el de las 60 familias.