Unos 900 asociados al Centro de Importadores de Vehículos Usados (CIVU) realizaron ayer cierres intermitentes de la ruta Transchaco, a la altura del desvío a Remanso, en rechazo al impuesto que pretende crear el Gobierno al sector, dentro del proyecto de reforma tributaria.
La manifestación se inició pasadas las 7.00 y se mantuvo hasta las 13.00, momento en que los importadores emprendieron caravana hasta el centro de Asunción.
El vicepresidente del CIVU, Luis Pereira, aseguró que una vez más se quiere cargar al sector sin una promesa de mejorar el gasto público, recordando que hace poco tiempo Aduanas incrementó los valores referenciales, lo que hizo que se reajuste el monto que deben tributar por el ingreso al país de los rodados usados. En este punto, dijo que ya recibieron una promesa por parte de las autoridades aduaneras para llegar a una solución.
“Son ansias de recaudar de cualquier forma, porque ellos (Gobierno) no le dicen a nadie qué van a hacer con esa plata. Para nosotros es para continuar con la fiesta del malgasto del dinero público”, expresó Pereira.
El directivo gremial remarcó que de esta actividad dependen unas 400.000 personas, entre cigüeñeros, empleados de playas, despachantes y talleres, entre otros.
Resaltó que solo en los despachos aduaneros, la importación de los usados deja al Fisco unos USD 200 millones al año, aporte que disminuirá si se carga de más impuestos a este rubro.
“Es contraproducente, porque la lógica nos dice que si se encarecen los vehículos habría menos venta, y si hay menos venta hay menos importación”, manifestó.
CREACIÓN. A lo que se refieren los importadores es al artículo 115 del proyecto de reforma fiscal que debe ser presentado esta semana al Congreso.
Este apartado establece subas de entre el 40 y el 200% en las tasas máximas del impuesto selectivo al consumo (ISC) para cigarrillos, gaseosas y bebidas alcohólicas. Además, fija una tasa del 10% para los autos usados, motos y embarcaciones, entre otros.
El sector empresarial ya manifestó su rechazo a esta propuesta en varias reuniones con autoridades de Hacienda, afirmando que esto impactará en el consumo y en el empleo.
Analizan impacto para definir tasas
El ministro de Hacienda, Benigno López, señaló ayer que están trabajando en cuáles son las tasas del ISC que puede aguantar el sistema tributario, teniendo en cuenta la coyuntura y el pedido de los empresarios de no tocar los aranceles vigentes.
Indicó que, por cuestiones de salud y medioambiente, las tasas máximas serán reajustadas. No obstante, en cuanto a la inclusión de nuevos productos, refirió que se está analizando a profundidad su impacto, por lo que no descartó cambios en ese sentido.
El titular del Fisco manifestó que tras estos últimos retoques enviarán el proyecto de reforma al Congreso, probablemente, el miércoles.