La iniciativa es impulsada por la Comuna local, la Coordinadora Agrícola del Paraguay, regional Alto Paraná (CAP), el Ministerio de Agricultura (MAG) y la Universidad Internacional Tres Fronteras (Uninter), en cuyo campo experimental se preparan las mudas que ayer empezaron a ser distribuidas. “Empresarios con su responsabilidad social donan semillas de alto potencial genético. La pre-germinación la hacemos en el campo experimental de la Uninter en Hernandarias, donde los alumnos van a practicar y hace germinar las mudas”, explicó el ingeniero Rubén Sanabria, del CAP.
Se trata de rubros de consumo como lechuga, cebollita, perejil, rabanito, tomate, repollo, entre otros. “Hoy (ayer) empezó la distribución de las mudas que serán cultivadas en un predio de una hectárea y media, donde estarán involucradas 12 familias del barrio San Isidro II. Se les dejaron los plantines con bandejas”, agregó el profesional.
El proyecto se desarrolló en un propiedad de una hectárea y media donde cada familia tendrá sus tablones. Además de los plantines, también cuentan con los abonos y la asistencia de un técnico del MAG. “Esto se va a ir replicando en otros barrios de la ciudad”. La segunda huerta comunitaria está en proyecto en Villa Deportiva, donde el Hospital Distrital de Hernandarias tiene una amplia propiedad ociosa con tanque de agua. “Allí se podrían obtener las hortalizas para el consumo de los pacientes, médicos y vecinos”.
LA IDEA. Comentó que la idea surge con el padre Jorge Martínez, de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. “Él esta con nosotros en la comisión de emergencia, entonces hizo el planteamiento de que hay muchas tierras ociosas en diferentes barrios, privados y municipales, donde se pueden hacer huertas comunitarias, entonces me llamaron, hice la planificación y con la Municipalidad se contactó con empresarios del sector agrícola para la provisión de semillas”.
Sanabria refirió que lo más caro del proyecto es la semilla. “Para tener una idea, 1.000 semillas de tomate están costando 800 mil guaraníes y eso es imposible que compre una persona de barrio. Entonces contactamos, con la Municipalidad, con diferentes empresarios, asociados a la Coordinadora Agrícola y conseguimos las semillas. Tenemos más de 10 mil plantines ya para la distribución”. El profesional refirió que están muy motivados. “Queremos continuar con esto, si tiene éxito lo primero que aseguran es algo para comer, pero no se descarta que en un momento dado también se pueda comercializar”. La producción en estos espacios puede servir para la alimentación o para la venta. Dijo que cebollita en hoja, perejil entre otros rubros se puede vender muy bien. “Hay que empezar a romper ese ocio obligatorio que tiene la gente con estas actividades. En nuestra casa podemos cultivar lechuga, locote, cebollita, perejil”.