Las autoridades del Instituto de Previsión Social dieron a conocer el último cálculo actuarial del ente previsional; es decir, hasta cuándo puede pagar las jubilaciones con los aportes y las reservas o ahorros disponibles.
Si bien los números alertan de los posibles problemas financieros que el ente previsional va a experimentar en los próximos 15 años, los técnicos se mostraron optimistas de que la cifras no son tan alarmantes y de que aún se está a tiempo para realizar los cambios o ajustes que fueren necesarios para extender la vida de la previsional.
Sin embargo, algunos críticos del régimen de jubilación en el Paraguay alertan que la institución debe realizar cambios de manera inmediata para mejorar la administración de los fondos que aportan los obreros y las patronales.
De acuerdo con el último cálculo actuarial del IPS, los aportes que realizan los obreros y las empresas cubrirán sin inconvenientes el pago de las jubilaciones hasta el 2038. Esto ocurrirá siempre y cuando se mantengan los supuestos que consideraron los técnicos para realizar sus proyecciones. Si ocurriera algún fenómeno inesperado que impacte negativamente en los aportes al IPS, la situación de agotamiento de los fondos puede adelantarse.
El funcionamiento normal de los fondos jubilatorios, según el estudio, está asegurado hasta el 2038. A partir de este año, la previsional se verá obligada a utilizar los llamados fondos de reservas o ahorros acumulados a lo largo de los años.
Según las proyecciones, con el uso de las reservas el IPS puede pagar las jubilaciones hasta el 2058, es decir, unos 20 años más. En otras palabras, si no se toman medidas de ajustes, los fondos de la previsional se extinguirán en la citada fecha.
Los analistas del régimen previsional no tardaron en reaccionar a los últimos números dados por los técnicos del IPS. Uno de los aspectos que resaltaron es que el pago de las jubilaciones con los aportes obrero-patronales debía cubrir las jubilaciones hasta el año 2045. Ahora se redujo a 2038, lo que llama la atención de los especialistas, pues obliga a tomar acciones correctivas con mayor rapidez.
El temor de los técnicos es que en los próximos cálculos actuariales sigan bajando aún más los años de vida útil de la previsional.
De acuerdo con los registros estadísticos el IPS tiene unos 2.000 millones de dólares en concepto de reservas. Este dinero está colocado en los bancos del sistema financiero local. También se realizan inversiones en bonos y otros instrumentos financieros que generan intereses a la previsional.
Uno de los aspectos que cuestionan los analistas es que los fondos de reserva están colocados a corto plazo, en promedio a cinco años. En ese sentido, sugieren que la previsional realice colocaciones a más largo plazo y que los mismos ayuden a financiar inversiones empresariales que apuesten a la creación de nuevos puestos de trabajo. Esto, a su vez, hará que aumente el número de aportantes al régimen previsional.
Dicho de otra manera, se debe buscar un mayor rendimiento o ganancias de los fondos de reservas y al mismo tiempo apoyar la generación de más puestos de trabajo, con lo que aumentarán los cotizantes.
Sin embargo, en una eventual reforma de la previsional es casi ineludible que se propongan dos medidas que resultan muy incómodas a los trabajadores. Por un lado, es probable que se plantee aumentar los aportes de los obreros y, por otro lado, elevar los años que se deben aportar para plantear un jubilación.
Hoy día se pueden solicitar jubilaciones desde los 55 años y la jubilación normal es a los 60 años.
En discusiones anteriores ya se planteaba elevar la edad a 65 años par la jubilación.
Sin duda son temas de difícil discusión, por los intereses encontrados que se deben administrar. Pero tampoco se puede ignorar el problema que se viene y lo mejor es buscar soluciones consensuadas lo antes posible.