Recuerda que fue idea de la directora del IMA, Luz María Bobadilla, quien les dio las especificaciones sobre el audio y video, todo coordinado por Sergio Cuquejo.
“Con su habilidad (de Cuquejo) y capacidad instalada en tecnología hizo milagros para compaginar lo que hicimos, como las voces que también se grabaron de la misma manera”, dice Barrios.
El director menciona que la concreción del material no fue fácil y que la compaginación fue la tarea más complicada.
A Cuquejo le tocó coordinar con los profesores del conservatorio, hacer la partitura, tocar el piano y preparar algunos arreglos orquestales sencillos, mientras que a la directora de la Escuela de canto, Rossana Barreto, la coordinación con los suyos, además de cantar.
“Llegamos al objetivo y estamos muy contentos por ello”, exclama. Aunque dice que ya se está volviendo común, Lito espera que no sea la manera en que hagan música de por vida.
“El tocar o hacer música en grupo, o dirigirlos a la orquesta en un mismo momento es una satisfacción inigualable, ya que se crea un sonido único y conmovedor. Ahora tenemos que conformarnos con servirnos de la tecnología para seguir produciendo. La vida siempre valdrá la pena vivirla con música, con pasión, y que un abrazo musical como este que dimos, un pequeño bálsamo”, remarca.