Pese a todo, el mundo no se detiene y, en 2022, estos serán algunos de los hechos noticiosos que marcarán la agenda global, siempre con permiso del SARS-Cov-2.
Sin duda dos procesos electorales tendrán especial protagonismo. Las denominadas elecciones de medio mandato en EEUU, que renuevan parte del Legislativo, servirán como test para medir la popularidad de un presidente, el demócrata Joe Biden, que cuenta actualmente con el control de ambas Cámaras, pero cuya imagen comenzó a desgastarse. Están previstas para noviembre.
2022 también será año electoral en Brasil, con Jair Bolsonaro compitiendo en octubre por su reelección con Lula da Silva, que aún no confirmó su candidatura para volver a la presidencia tras su estancia en prisión. Con un país totalmente dividido entre ambos candidatos y especialmente sacudido por la pandemia, la cita electoral puede marcar un antes y un después para los brasileños.

Chile tendrá nuevo presidente en marzo de 2022 y será el izquierdista Gabriel Boric, que se impuso abrumadoramente en los comicios del 19 de diciembre a su rival, el ultraderechista José Antonio Kast. Boric llega al poder con un mandato seriamente condicionado, ya que deberá liderar un proceso político entre dos sistemas constitucionales.
Colombia también se sumergirá el próximo año en un doble proceso electoral: En marzo de carácter legislativo (al que los partidos llegarán en medio de divisiones internas) y en mayo para elegir presidente entre más de una decena de aspirantes, un cargo que actualmente ocupa el derechista Iván Duque.
En el otro lado del mundo, el foco se centra en Filipinas, envuelta en un complejo proceso electoral con unos no menos pintorescos candidatos: Sara Duterte-Carpio (hija del actual presidente, el polémico Rodrigo Duterte, a quien algunas organizaciones acusan de haber cometido multitud de abusos políticos); y Ferdinand Bongbong Marcos, primogénito del dictador Ferdinand Marcos. Un tercer contendiente a la Presidencia es la leyenda del boxeo Manny Pacquiao, antiguo aliado y actual rival político de Duterte. El resultado se conocerá en mayo.
RECUPERACIÓN ECONÓMICA. No cabe duda que estos procesos políticos y otros muchos estarán muy condicionados por la evolución de la economía mundial tras el parón provocado por la pandemia hace casi dos años.
Las instituciones responsables de la política fiscal, como la Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo y las de Rusia, China, La India o Japón, deberán decidir si continúan apuntalando la economía con medidas de estímulo en momentos en los que la esperada recuperación se tambalea, espoleada por la aparición de nuevos brotes del virus, así como la crisis energética y de suministros desatada a nivel mundial.
La escasez de mano de obra o el alza inesperada de la inflación, en niveles históricos en muchos países occidentales, también incidirán en esa esperada recuperación. Y la inestabilidad económica podría seguir provocando movimientos y protestas sociales como los que se han visto en estos meses por todo el mundo, protagonizados por los más afectados por el cierre global.
Si la pandemia afectó en algo a las relaciones multilaterales fue sin duda, al alterar la forma de comunicación entre los líderes del mundo que, como en muchos otros sectores, ha pasado de ser presencial a virtual.