En diciembre pasado, un joven de 25 años perdió la vida al perder el control de su moto; la pista estaba mojada y además llena de baches.
Desde pozos pequeños hasta enormes cráteres con agua servida se encuentran en el asfalto desde hace años. Los pobladores reclaman que tanto el Municipio como el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) hacen caso omiso a las miles de solicitudes de intervención para poner en condiciones la concurrida avenida.
El ingeniero Carlos Casati, jefe de Conservación de Rutas del MOPC, remarcó que la institución cuenta con un proyecto terminado y se estaría licitando este año.
“El plan cuenta con proyectos viales; el Departamento de Licitación de Vialidad es el encargado y el Departamento de Ejecución administrará los contratos”, indicó Casati.
Por su parte Leonarda Cuevas, quien vende yuyos en la zona de Avelino Martínez con intersección con la calle Isla Po’i, contó que desde hace varios años el tramo se encuentra en deplorable estado con enormes cráteres con nauseabundo olor e incluso debe pagar a voluntarios que rellenen los baches con arena.
“Hace años esta zona está así; le tengo que pagar a voluntarios o ayudar con alimentos para que rellenen los baches con arena. Ya pedimos muchas veces ayuda a la Municipalidad y al MOPC, pero nunca vienen; incluso hicimos nuestro reclamo con los medios de comunicación, pero hasta ahora no se hizo ningún trabajo”, manifestó la trabajadora.
accidentes viales. Asimismo, remarcó que en el sitio constantemente se producen accidentes viales a causa de los baches y que en reiteradas ocasiones varios motociclistas cayeron en los cráteres.
“A menudo se accidentan en esta zona. Varios motociclistas se cayeron en los pozos o chocaron por desviarlos. Esto también me perjudica a mí y a los otros trabajadores porque mucha gente ya evita pasar por acá y cuando llueve se inunda por completo”, lamentó.
“Esta zona es inundable; es imposible transitar por acá y no destruir tu vehículo. La Municipalidad ya sabe nuestro reclamo, pero nunca aparecen”, se quejo Marino Bogado, otro trabajador del lugar.