Desde tempranas horas de este miércoles, los miembros de la Coordinadora Nacional Intersectorial (CNI) y de la Articulación Campesina, Indígena y Popular se movilizaron y bloquearon varias calles del microcentro de Asunción.
Los labriegos llegaron a la capital del país el pasado lunes para presionar por la sanción del proyecto de inversión en la agricultura familiar campesina, donde se establece que el 72,3% de los casi USD 25 millones se destinará a transferencias.
Si bien el documento ya cuenta con la media sanción del Senado, su análisis se trabó en la Cámara de Diputados, donde los legisladores vinieron dilatando su estudio. De hecho, la semana pasada decidieron postergar el estudio por dos semanas.
Sin embargo, el caos que se produjo en la mañana de este miércoles en la capital del país obligó a los parlamentarios a suspender su sesión ordinaria y convocar a una extra para tratar exclusivamente el pedido de los campesinos.
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No obstante, el titular de la Cámara de Diputados, Pedro Alliana, ya adelantó que probablemente aprobarán el documento con modificaciones y el texto volverá a pasar al Senado. Además, criticó las actitudes de los dirigentes campesinos.
Para los pequeños productores de la CNI, la entrega de dinero significará un respiro en medio de sus deudas; sin embargo, también representa un desafío para el MAG la fiscalización del uso del dinero.
Si bien el ministro de Agricultura y Ganadería, Santiago Bertoni, afirma que los recursos se podrán ejecutar muy poco este año, sí se podrá concretar parte de las transferencias a agricultores y comités productivos.
Esta modalidad de asistencia contempla USD 16 millones, que representa más del 70% de los recursos que plantea el proyecto.