Brock Schadler, coach de ventas, hace 14 meses juntó sus sueños y anhelos en una mochila y montado en su potente motocicleta inició una aventura en agosto del año pasado, desde su ciudad natal Oregón, en Estados Unidos, para concretar una travesía por 21 países.
Hizo un recorrido a través de varios estados, incluyendo Texas, durante el cual esperó a recibir los documentos necesarios para cruzar a México.
Luego, pasó por países de Centroamérica, continuando hacia Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, y finalmente llegó a Colombia, donde se trasladó con su motocicleta a Bogotá.
Desde ahí, viajó hacia el sur a través de Colombia y Brasil, visitando ciudades como Brasilia, Rio de Janeiro y São Paulo. Hasta ahora ha recorrido 13 países y tiene planeado visitar 8 más, incluyendo Argentina, Chile y Venezuela, con la intención de regresar a Estados Unidos.
Su objetivo es visitar todos los países de América Latina en tierra firme.
En conversación con ÚH, Schadler habló sobre su experiencia de viajes en motocicleta. Destacó la generosidad y amabilidad de la gente de Paraguay, donde ha recibido muchas invitaciones y actos de bondad, sobre todo de sus colegas bikers.
Por otro lado, el viajero expresó su intención de explorar más países, incluyendo un posible tour por Europa y África, mencionando que Paraguay está en su lista para volver.
¿Cómo financia su travesía?
Viajar por el mundo no es tarea sencilla y mucho menos barato. Brock financia este recorrido a través de un negocio de consultoría en ventas, ayudando a agencias de marketing digital.
Guato Guatao, el nombre de su motocicleta
La motocicleta de Brock es una Indian Scout Bobber 2018, la cual lleva de nombre Guato Guatao, en honor a un nativo americano que se le apareció en sueños y le repitió en varias oportunidades ese nombre.
“Era un nativo muy fuerte, un intrépido guerrero y valiente. En su honor, además de nombrar a mi motocicleta de la misma forma, uso la pañoleta roja en la cabeza y trenzas en el pelo”, comentó.
Durante su visita al país, Brock se hizo de muchos amigos que lo acogieron, entre ellos la guitarrista Loida Liuzzi y su novio Alejandro Duarte, con quienes el trotamundos recorrió varios puntos de la capital del país.
Asimismo, se reunió con sus colegas motociclistas el pasado fin de semana, en un conocido bar donde intercambió historias, anécdotas y buenos momentos. Sin lugar a dudas, lo hicieron sentir como en casa.
No todo es color de rosa
El joven aventurero manifestó que tuvo algunas dificultades en algunos países, entre ellos, una experiencia en Guatemala donde el GPS lo hizo ingresar a una zona prohibida, por lo que debió pagar una elevada multa, además de algunos tropezones que le enseñaron a manejarse de maneras diversas. Hasta el momento, le cuesta hablar español, pero sigue practicando.
Aseguró que mucha gente trata de convencerlo de que lo que está haciendo es muy peligroso y está arriesgando su vida, pero refirió que sabe a lo que se expone, pero que lo hace desde el corazón.
“Yo sé el peligro que estoy corriendo con esta travesía, no soy inmune a que me ocurra algo en el camino, pero tengo fe y eso es lo que me mantiene firme en la vida”, indicó.
“Perder el miedo para alcanzar las metas”
Para finalizar, realizó una reflexión sobre la valentía que uno mismo debe tener para perseguir sus sueños tal como lo está haciendo él mismo, motivando a los jóvenes a perder el miedo y pelear por lo que quieren, ya que lo más importante para alcanzar la meta “es comenzar”, afirma.
“Imagínate escuchar esa vocecita dentro tuyo que te llama a hacer algo, hazlo. Cuanto más pospones hacer algo que te da miedo, más difícil se vuelve, pero lo tienes que enfrentar. Cuanto antes lo hagas, más fácil se volverá”, indicó a la par de agregar que debemos pelear por lo que deseamos, incluso si eso signifique mover montañas.
“Lo importante es comenzar y no perder el tiempo, vas a encontrar el camino y las cosas se van a alinear para que todo suceda”, sentenció.