Esta linda historia de superación y creatividad, ocurre en la ciudad de San Juan Bautista, en el Departamento de Misiones.
Un padre de familia, que por circunstancias adversas quedó sin empleo, buscó la manera de trabajar para mantener a su esposa enferma y sus hijos.
Buscando una alternativa, decidió crear el gusanito de la felicidad, el cual fue hecho de tambores de plástico reciclados.
El gusanito de la felicidad o trencito fue creado con cinco tambores de plásticos, los cuales fue adaptando en forma de una caja, les colocó cómodos asientos, los pintó con divertidos colores y para el toque final, le agregó unas luces de colores.
El caballero, cuyo nombre se desconoce, tira del trencito con un cuadriciclo y pasea a los niños por cinco a diez minutos, por toda la plaza Boquerón, de San Juan Bautista, en Misiones.
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La velocidad que utiliza para los recorridos es moderado, pero cada asiento cuenta con su propio cinturón de seguridad.
Para los turistas que llegan hasta la localidad de San Juan Bautista, este es un atractivo novedoso y divertido para los más pequeños y también para los adultos. Además, es una manera de trabajo digno para el padre de familia.
El trabajo lo comparte con sus nietos y su esposa, quien actúa de cajera y los precios son accesibles para todos.