El 10 de febrero, década de los 70, a las 19.30 aproximadamente, un pequeño tornado que duró unos pocos minutos volcaba la embarcación de tres pisos que viajaba al Norte repleta de cargas y pasajeros. Muchos murieron en el interior de la embarcación. Mientras barco se hundía lentamente otros pasajeros se tiraban al agua intentando salvar sus vidas, pero perecieron de igual forma.
Se reportó la muerte de 113 personas convirtiéndose en la mayor tragedia en agua dulce en ríos, según comentó en su momento Américo Albertini, bombero voluntario, quien tuvo activa participación en el rescate de los cuerpos.
La causa nunca se determinó, pero siempre se comentó que llevaba excesiva carga, ya que le incorporaron un tercer piso.
El número de fallecido pudo haber aumentado, si es que no se tenía en las inmediaciones a Eligio González, que salvó a unas 25 personas. González era peón de una estancia y esperaba en su bote una encomienda que debía llevar a la mencionada embarcación.
Comentó que como no hubo señales desde la embarcación. Se retiró de la costa para esperar que pasara el pequeño temporal, pero cuando pasó el tornado de unos minutos, escuchó gritos y auxilios. “Volví al río para ver mi bote y ahí ya vi que había gente en el agua, primero me encontré con uno de apellido Martínez, mi conocido, lo saqué y me dijo para buscarle a su patrón”, señaló.
“Volví al lugar, pero no entré donde había mucha gente, solo rescaté a los moribundos que ya no tenían fuerzas, saqué a 15, luego volví y habré sacado a 9 aproximadamente, luego ya hubo silencio”, señaló.
Eligio tiene actualmente 82 años y vive en el barrio San Antonio de Concepción. Fue reconocido como héroe civil y con justicia y el Estado le dio una pensión graciable, que le permite tener mejores condición de vida.