Este bajo nivel está afectando seriamente el calado de las embarcaciones, que ahora se sitúa en 6,6 pies, lo cual representa un grave problema para los fletistas locales, impactando negativamente en la economía regional.
“Hay embarcaciones que solo llegan hasta el puente de Concepción y deben descargar en otras”, dijo el capitán Martín Zayas, director de la Prefectura Naval de Concepción.
La disminución constante del río está generando preocupación entre los habitantes y autoridades locales, quienes observan con atención la evolución de la situación y sus potenciales repercusiones en diversas actividades comerciales y de transporte fluvial en la región.
El uniformado indicó que en 30 a 45 días, si no se registran lluvias en la naciente, se llegaría al mínimo histórico, ya que el descenso es de 1 cm diario y eleva el perjuicio para la economía local, sobre todo la dependiente del flete de mercaderías en la zona.