La jueza Lourdes Peña leyó ayer el fallo a Enrique Manuel Cuandú (61), a quien le condenó a 25 años de cárcel, la máxima pena que estaba vigente al momento en que ocurrieron los hechos.
Resultó víctima Mercedes Raquel Cibils, una mujer de 18 años, a quien le rociaron alcohol y le prendieron fuego en un copetín donde trabajaba el 16 de mayo de 1998. El 22 de junio de ese año, falleció por las complicaciones de las quemaduras sufridas.
En ese lapso, declaró ante un escribano que fue Cuandú el que, tras la discusión porque este quería que vuelva con él, le tiró el alcohol y luego le prendió fuego.
Su ex pareja había declarado a la Policía que ella quiso suicidarse y él trató de salvarla. Luego, cuando lo citaron en el 2000, desapareció, hasta su detención en agosto del 2021. Lo irónico es que en ese tiempo trabajó de gestor frente a los tribunales.
La jueza Lourdes Peña, en presencia del acusado, con sus defensores encabezados por el abogado Hugo López, la fiscala y los querellantes Gregorio Colmán y Álvaro Cáceres, a más de los familiares de la víctima, leyó el fallo.
Explicó que no hay duda de que Cuandú fue el autor del crimen. Además, que también había antecedentes de violencia. Le condenó según las reglas del Código Penal de 1910, con la pena de 25 años de encierro, que cumplirá el 4 de agosto de 2046.