Los policías que en un procedimiento irregular dejaron parapléjico al joven Richard Pereira fueron condenados ayer a 20 y 11 años de cárcel, tras un largo juicio oral.
La pena más alta fue para el suboficial Jhonie Orihuela, quien confesó haber disparado contra el joven. Al comisario Jorge Zárate le dieron 11 años de encierro. La Fiscalía pidió 26 y 14 años y medio.
La resolución de los jueces Fabián Weisensee, Juan Pablo Mendoza y Laura Ocampo fue unánime para Orihuela y en mayoría para Zárate.
Según el presidente del tribunal, Orihuela es culpable de homicidio doloso tentado, como autor, simulación de hechos punibles (coautor), persecución de inocentes y simulación de hechos punibles.
Recibí las noticias en tu celular, unite al canal de ÚH en WhatsAppPor su parte, Zárate fue condenado por persecución de inocentes, denuncia falsa, frustración a la persecución y ejecución penal y simulación de hechos punibles.
El tribunal revocó el arresto domiciliario al comisario, por lo que del juicio ya fue llevado junto con Orihuela a la Agrupación Especializada.
Tras conocerse el fallo, Richard Pereira señaló: ”Yo toda una vida voy a estar en una silla de ruedas, no 11 ni 20 años. Pero estoy conforme con la sentencia”.
argumentos. Según explicó el magistrado, en el juicio oral se probó que el 13 de agosto del 2016 se realizó el procedimiento irregular donde resultó herido Richard Pereira.
Weisensee explicó que analizaron la conducta de Jhonie Orihuela a través de las filmaciones y de todas las declaraciones que se dieron en el juicio oral.
Remarcó que se percataron que hubo ese día la persecución entre los dos policías y el vehículo de Pereira, que huyó de manera sospechosa. Explicó que, al momento de producirse la detención del ciudadano Richard Pereira, el policía Orihuela tenía el dominio total del hecho. Alegan que durante la reconstrucción de los hechos, así como en las filmaciones, se ve que Pereira desciende del vehículo con las manos en alto y prácticamente entregado al mandato de inspección.
Sostuvo que se debatió si hubo o no dolo (intención), en cuanto al disparo. Remarcó que había dos tipos de dolo, el directo y el eventual, y este último tenía una delgada línea con la conducta culposa.
Apuntó que por el perfil del policía, quien tiene una formación distinta que el civil, se nota el momento de desenfundar el arma de fuego.
A esto se suman las declaraciones de policías que dijeron cómo debía realizarse el operativo. Así determinaron que hubo dolo eventual.
También tuvieron por probada la persecución de inocentes, teniendo en cuenta que los policías eran los que tenían intervención para la prosecución de un acto penal. Alegaron que se probaron también los demás hechos, por lo que condenaron a los dos acusados a 11 y 20 años de encierro.