Monvailer fue arrestado el 22 de julio de 2018 acusado de haber asesinado a su esposa, Tatiane Spitzner, y en la época alegó que la mujer había caído por accidente desde el balcón del apartamento en que vivían, ubicado en el cuarto piso de un edificio en Guarapuava, pequeña ciudad en el interior del sureño estado de Paraná.
Pero pocos días después del arresto y de la versión del acusado, la policía divulgó imágenes de cámaras de seguridad que muestran a Manvailer agrediendo a la mujer repetidas veces y por varios minutos en el elevador y en los corredores de la edificación poco antes de que ocurriera el supuesto accidente.
Los vídeos también muestran que el profesor intentó retirar el cuerpo de la mujer del lugar al que había caído para subirlo al apartamento y que limpió las manchas de sangre en el elevador antes de intentar huir a Paraguay.
Manvailer sólo fue arrestado debido a que, pocas horas después del crimen, sufrió un accidente en el automóvil en que se dirigía hacia la frontera con Paraguay y cuando ya estaba a unos 340 kilómetros de Guarapuava.
La amplia repercusión de las imágenes en la televisión y las redes sociales e indignación provocada por las mismas convirtieron el caso en uno de los más emblemáticos de feminicidio en Brasil.
Pese a las declaraciones del acusado, los médicos legistas concluyeron que la mujer murió por asfixia mecánica antes de caer por el balcón y que el cuerpo tenía heridas y señales de lucha.
Pese a que el acusado insistió en su inocencia durante todo el proceso, los siete miembros del jurado -todos hombres-, tras un juicio que se prolongó por siete días y concluyó en la noche de este lunes, consideraron al profesor culpable del delito de homicidio calificado por feminicidio y motivo fútil mediante asfixia y medio cruel.
Pocos minutos después de la decisión del jurado, el juez penal de Guarapuava, Adriano Scussiato Eyng, anunció que el condenado tendrá que cumplir una pena de 31 años, 9 meses y 18 días de prisión, así como pagar una multa de 100.000 reales (unos USD 19.230) por daños morales a los familiares de la víctima.
El juez, además, le negó a Manvaile el derecho a esperar en libertad en caso de que presente un recurso contra su condena ante un tribunal superior, tras recordar que el acusado intentó huir a Paraguay poco después del crimen.
En su sentencia, el juez enumeró las pruebas que evidenciaron que Spitzner fue víctima de una relación abusiva y recordó otros casos famosos de feminicido en Brasil, uno de los países con mayor número de este tipo de crímenes en el mundo.
Un estudio divulgado en marzo por la Red de Observatorios de Seguridad reveló que unas 750 mujeres fueron víctimas de feminicidio el año pasado en los cinco estados que concentran a casi la mitad de la población de Brasil (Sao Paulo, Río de Janeiro, Bahía, Ceará y Pernambuco).
En 2019 fueron identificadas 1.326 víctimas de feminicidio en el gigante suramericano, un aumento del 7,1% en comparación con 2018, en su mayoría mujeres negras muertas por sus propios compañeros sentimentales.
De acuerdo con estadísticas oficiales, Brasil registró en 2020, pese a las medidas de confinamiento para hacer frente a la pandemia del Covid-19, 105.671 denuncias de violencia contra mujeres, es decir cerca de 290 por día.
Del total de las denuncias, el 72% correspondió a violencia doméstica, cometida principalmente por los esposos o compañeros sentimentales de las víctimas, incluyendo muerte, lesión corporal y sometimiento a sufrimiento físico, sexual o psicológico.