La fiscala Teresa Sosa, quien desarrolló las investigaciones en la causa, remarcó en su acusación que la docente Elena Mercedes Zárate Rojas utilizó la cédula de identidad de Myriam del Pilar Chávez Alcaraz para realizar distintas operaciones con empresas.
De esta manera, Zárate compró electrodomésticos y recibió dinero en efectivo, por un valor total de G. 180 millones, según informó el Ministerio Público.
La misma fue hallada culpable de los hechos punibles de estafa, abuso de documentos de identidad y producción de documentos no auténticos.
Elena Zárate no solo dispuso del patrimonio de las firmas con las que operó, sino que además perjudicó a Myriam Chávez, quien sufrió el descuento de sus salarios durante varios meses, de acuerdo a los datos de la Fiscalía.
La docente afectada declaró que la acusada era su compañera de trabajo en el Colegio Nacional de la Capital y que el 24 de diciembre del año 2014 denunció ante la comisaría 4ª Metropolitana el extravío de su cédula.
En el juicio oral y público, la fiscala María Luján Estigarribia señaló que se comprobó que el salario de Chávez Alcaraz sufrió descuentos, debido a las operaciones comerciales que ella no realizó.
Finalmente, los jueces del Tribunal de Sentencia que estudiaron el caso resolvieron la pena de cuatro años de cárcel para la educadora implicada.