Se demostró en juicio que todo comenzó con un conflicto con su primo Isidro Zárate, porque este supuestamente asesinó hace 10 años al hermano del ahora condenado.
Rafael Zárate llegó ese 2 de noviembre a la casa de su familiar, ubicada en el barrio Santa Elena del kilómetro 14 Monday, y allí se produjo una discusión entre ambos, por lo que en un momento el condenado sacó un revólver calibre 22 que portaba y acabó con la vida de su primo y la pareja de este.
Después de cometer el crimen, Rafael se escapó en el vehículo de los fallecidos, un Nissan Presage, que fue encontrado abandonado una semana después.
El asesino robó los celulares de sus primos y luego los vendió cada uno por G. 300 mil a un adolescente en la localidad de Paso Yobái, Departamento del Guairá, lo cual se pudo comprobar.
El fiscal Osvaldo Zaracho pidió 30 años de cárcel, pero el Tribunal decidió darle 28 años de encierro.