La madre fue identificada como Tiffany Alberts, quien deberá cumplir una condena de siete años de prisión, según manifestó el portavoz de la Fiscalía del condado de Marion, Michael Leffler.
Tras un juicio realizado en setiembre de 2019, la mujer fue hallada culpable por seis cargos de agresión agravada y por negligencia. No obstante, fue declarada inocente de intento de asesinato, de acuerdo con los registros judiciales.
Tiffany Alberts fue acusada y arrestada hace tres años, después de haber utilizado una jeringa para inyectar heces en la vía intravenosa de su hijo, quien estaba recibiendo tratamientos contra el cáncer.
Los documentos del Tribunal señalan que Tiffany colocó a su hijo “en una situación que puso en peligro la vida o la salud del dependiente”.
Por su parte, la madre manifestó que sus acciones tenían como propósito trasladar a su hijo a otra unidad de cuidados intensivos, donde creía que recibiría un mejor tratamiento, reportaron medios internacionales.
En agosto de 2016, el hijo de Tiffany fue dado de alta luego de haber recibido un tratamiento para la leucemia. Días después, a principios de setiembre, regresó al hospital con fiebre, vómitos y diarrea.
Con los análisis de sangre del adolescente, se reveló que los organismos que normalmente se encuentran en las heces ocasionaron una infección bacteriana y sepsis, situación que los médicos no supieron explicar.
Desde ese momento, los profesionales comenzaron a sospechar que alguien podría estar contaminando las vías intravenosas del paciente, motivo por el cual personal del hospital inició un monitoreo con la videovigilancia de la habitación.
En un principio, la mujer había dicho a los investigadores que estaba inyectando agua. Sin embargo, tiempo después terminó admitiendo que inyectó la materia fecal de su hijo, la cual guardaba en una bolsa de regalo que ocultaba en el baño de la habitación.