La madre de la niña Yuyú, que desapareció en Emboscada, Lilian Zapata, fue condenada ayer a 2 años de cárcel, con la suspensión de la ejecución de la pena, tras ser hallada culpable de desacato a una orden judicial.
Esto, porque la mujer se negó a realizarse la prueba genética de ADN, a más de otra prueba toxicológica, que debía realizarse por orden de la jueza Blanca Báez, como anticipo jurisdiccional de prueba.
La misma ya tiene una condena de 6 años de prisión, en el mismo caso de desaparición de la niña, por abandono.
El fallo fue dividido. Las juezas Rossana Maldonado y Lourdes Peña votaron por la condena, mientras que su colega Manuel Aguirre votó por la absolución de la acusada.
La fiscala Sara Torres le acusó debido a que durante la investigación de la desaparición de la niña de Emboscada, la jueza Blanca Báez dispuso realizar un anticipo jurisdiccional de prueba.
Así, debía realizarse un análisis toxicológico, por lo que debían extraer cabellos de Lilian Zapata, de modo a saber si consumía o no sustancias estupefacientes. Además, una prueba genética de ADN.
En ambos casos, la mujer se negó a realizarlo, con el argumento de que era su cuerpo y que no prestaba su consentimiento para las pruebas.
Durante el juicio, el abogado Max Narváez sostuvo que nadie estaba obligado a declarar en su contra, y también el derecho a la intimidad.
En la audiencia declaró la jueza Blanca Báez, a más de asistentes y técnicos. También una sicóloga forense, que dijo que Zapata se negó también a realizarse evaluaciones sicológicas y siquiátricas.
La fiscalía solicitó la pena de 2 años de encierro, y la defensa la absolución.
El voto en mayoría entendió que había una orden judicial que debía cumplirse. Además, su conducta se adecuó al presupuesto legal. El juez Aguirre entendió que debía ser absuelta. La defensa apelará el fallo.