Más bien, reiniciarán el periodo legislativo, a partir de esta semana, con una serie de hechos bochornosos y hasta denuncias por violación constitucional en relación a la expulsión de la encuentrista Kattya González de su banca.
Esta situación, de hecho, genera una crisis con el bloque democrático en el Senado, integrado por la oposición, que está decidido a pelear por lo que denomina la restitución de la democracia.
Como un as bajo la manga, los opositores, que son 13 oficialmente dentro de una multibancada, habían anunciado una serie de medidas políticas, y la primera de ellas fue pedir una convocatoria a sesión extraordinaria.
El único punto acordado para incluir en el llamado fue una resolución de derogación de la pérdida de investidura de la legisladora, quien había ganado su banca con 100.000 votos en las elecciones generales de abril pasado.
El bloque había asegurado que tendrían el cuórum, y que con una mayoría mínima lograrían el objetivo.
Sin embargo, la aplanadora cartista cerró filas con sus aliados y con otros colorados, usando como anzuelo las negociaciones para la mesa directiva, y con el vacío que hicieron truncaron la jugada de los opositores.
Mientras tanto, Kattya está expectante de lo que disponga la Justicia sobre su acción.
El hecho es que los cartistas se habían broquelado para impedir la pérdida de investidura de Hernán Rivas que, justamente, había sido promovido por González.
Para ella, no hubo ninguna contemplación, pero sí una mayoría con sed de venganza que la dejó fuera.
Rivas está siendo investigado por la Justicia y fue desaforado por el caso del polémico titulo falso de abogado, obtenido en la Universidad Sudamericana.
Escándalo. Varios casos de nepotismo en los que están salpicados parlamentarios y hasta el propio vicepresidente de la República, Pedro Alliana, fueron saltando durante estos últimos meses.
El único que renunció tras las publicaciones periodísticas y la crítica ciudadana fue el hijo del titular del Congreso Silvio Ovelar; en los demás casos ni tomaron nota.
Además de este escándalo, mientras se mantiene la crisis por falta de insumos, el aumento de la delincuencia y se caen las escuelas, en el Congreso se arreglaron varias millonarias licitaciones.
Entre los casos más sonados se puede mencionar la adjudicación para la compra de computadoras y sillones; e incluso la ampliación de oficinas en el Parlamento por la superpoblación de funcionarios.
Se hicieron algunas soluciones parche ante la ola de cuestionamientos, pero se continúa con el despilfarro.
Las rencillas políticas, además, son una constante en ambas Cámaras del Congreso, que se vienen arrastrando desde las elecciones y que permanentemente acaparan las discusiones políticas.
El abuso de poder es otro de los puntos que caracteriza al menos a este periodo en la Cámara Alta, donde una mayoría de cartistas consiguió aliados que se habían postulado para ganar una banca por otros partidos políticos de oposición.
Con los números a su favor, el sector que responde a Honor Colorado y a su líder, Horacio Cartes, actual titular de la ANR, consiguió copar todos los espacios de poder.
Ahora, apuntan a atornillarse en uno de los más codiciados cargos, que es la presidencia del Congreso, de la mano del líder de la bancada cartista Basilio Núñez.
Recién en junio se prevé la renovación de autoridades de la Cámara Alta, pero con la cómoda mayoría, tienden a quedarse con la mejor tajada y los demás con las migajas.
Casos de nepotismo. Varios parientes de parlamentarios, entre ellos esposas e hijos, fueron ubicados en el Congreso con jugosos salarios. El vicepresidente Pedro Alliana también tiene a su hija en Diputados.
Abuso de mayoría. El cartismo en ambas Cámaras del Congreso fue acomodando leyes y espacios a la medida de sus intereses aprovechando la cómoda mayoría, con la suma de sus aliados.
Expulsión selectiva. En el caso de Hernán Rivas, el cartismo se había broquelado en su defensa; mientras que a Kattya González la expulsaron en una sesión exprés.
Rencillas. Tanto colorados como liberales vienen arrastrando sus rencillas políticas que, al final, terminan trasladando a las discusiones políticas en el Congreso.