A través del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) se informó que el Consorcio del Sur, integrado por la española Eurofinsa S.A. y la paraguaya T&C, que ejecuta las obras de la Costanera Sur, concretó el financiamiento del proyecto.
En ese sentido, se comunicó que el estructurador es el Banco Itaú Paraguay y que participan del financiamiento a largo plazo el banco alemán KFW y el inversor norteamericano Med Life.
Las obras de la Costanera Sur fueron aprobadas bajo la modalidad “llave en mano”, prevista por la ley 5074/13, que permite al Estado transferir la responsabilidad de la obra al contratista, desde el diseño de la misma hasta procurar las fuentes de financiamientos.
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Mediante la modalidad de esta ley, los pagos del Estado paraguayo por esta obra se realizarán a medida que se concluya con cada tramo.
Para obtener el financiamiento del proyecto, el consorcio se adaptó a los altos estándares internacionales socioambientales, acordes a la norma IFC (Corporación de Financiamiento Internacional) las que exceden a las normativas nacionales.
El comunicado señala que el cierre financiero fue alcanzado tras un “arduo año de negociaciones”. El ingeniero Luis María González Alonso, jefe de obras de la Costanera Sur explicó que uno de los requisitos fue que se libere toda la franja de dominio de ocupantes.
“Cuando hacen una inversión como esta se aseguran al 100% de que la obra se va a ejecutar hasta el final, sin sobresaltos y sin prórrogas ni por lluvia”, comentó.
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El ingeniero resaltó que el acceso a capital extranjero fue facilitado por “la buena calificación que tiene el país en el área macroeconómica y la buena referencia de la empresa local componente del consorcio”.
Además, destacó que el consorcio asume todos los riesgos, “no se puede aducir imprevistos, errores de proyecto y se ahorran todos los problemas que surgen a veces en las obras, como mayores plazos y costos; todo cae sobre el contratista y no tenemos excusa, debemos hacerlo bien y en plazo, si no tenemos multas muy fuertes”, explicó el jefe de obras.
“Si hace bien su tarea, cumple con toda la documentación y las exigencias socioambientales, podrá recibir puntualmente su pago cada mes y de acuerdo con lo que produjo; no tendrá el problema de que el Estado se quede sin liquidez suficiente”, agregó.
Los trabajos iniciaron el pasado 9 de julio y esperan un mayor impulso con el financiamiento, ya que, mientras tanto, fueron financiadas por la empresa local del consorcio.
La inversión para la Costanera Sur es cercana a los USD 130 millones. El Banco Itaú Paraguay funciona como un estructurador de su financiamiento, aportando fondos y volviendo a colocar en el mercado de inversores, donde entran el banco alemán KFW y la multinacional norteamericana Med Life.
Asimismo, el ingeniero Máximo Espinoza, consultor ambiental de las obras de la Costanera Sur, informó que, para acceder al capital extranjero, la obra se tuvo que adecuar a los estándares IFC, que rigen el aspecto ambiental y social de este proyecto, diferenciándose de las normas locales en sus exigencias mucho más estrictas.
“En una obra normal, por ejemplo, la biodiversidad no se estudia. La legislación paraguaya no exige que se realicen tantos estudios. La IFC sí exige un monitoreo de peces, fitoplancton, macroinvertebrados, y un estudio para el desarrollo de líneas de base lleva entre 6 meses y un año, además de un monitoreo trimestral”, detalló el profesional.