El establecimiento, dedicado al faenamiento de animales vacunos, está ubicado sobre la calle Capitán Lombardo del barrio Tablada de la ciudad capital.
IRREGULARIDADES. Según el informe de los fiscalizadores del Mades, en el lugar se observaron deficiencias en el sistema de trabajo, ya que cuenta con tratamiento primario (separación de sólido/líquido) en tres piletas para luego transferir a dos lagunas de estabilización y posteriormente derivar vía conducto de cañería al alcantarillado de la Essap.
Los intervinientes constataron además que la empresa en cuestión no cuenta con aireadores, como así tampoco con la descomposición por elemento microbiológico y tratamiento terciario. A la vez observaron la mala disposición de los desechos que emitían en todo el entorno un fétido olor característico de la actividad.
El encargado del frigorífico, según el acta de intervención, presentó la resolución de la Dirección General de Control de la Calidad Ambiental y de los Recursos Naturales ( DGCCARN) del año 2019. Pero no contaba con la declaración de impacto ambiental ni el plan de gestión ambiental.
Desde el ente estatal aseguran que todos los antecedentes serán derivados a la Dirección de Asesoría Jurídica del Ministerio del Ambiente por infringir la Ley N° 294/93 “De evaluación de impacto ambiental”.
CONTAMINACIÓN. La zona de Tablada se caracteriza por las constantes denuncias ciudadanas contra varios frigoríficos que no cumplen con las leyes ambientales.
Vecinos inclusive denuncian constantemente el vertido nauseabundo de líquidos en plena vía pública.
En el área, el arroyo Mburicaó es uno de los cauces más castigados en la capital por estos desechos.
En varias ocasiones se ha constatado el vertido rojizo de manera directa al curso de agua que soporta además otras alteraciones por ser utilizado como depósito de desechos domiciliarios.