07 sept. 2024

Contaminación por plásticos: ¿Se cruzó el punto de no retorno?

El plástico impregna el planeta: está en los desiertos, profundidades marinas, cumbres montañosas y el Ártico. En 2016, las estimaciones de las emisiones globales de plástico a lagos, ríos y océanos del mundo oscilaban entre 9 y 23 millones de toneladas métricas al año y, si las cosas no cambian, se espera que para 2025 estas estimaciones se dupliquen.

plasticoss.jpg

Los nano imanes combatirán la contaminación de plásticos en el agua.


Foto: percepcion.mx.

Frente a este panorama, un estudio internacional realizado por investigadores de Suecia, Noruega y Alemania y publicado en la revista Science, advierte que los índices actuales de emisiones de plástico mundiales pueden desencadenar “efectos que no podremos revertir”.

El estudio denuncia que el plástico es una amenaza mundial y sostiene que poner en marcha acciones para reducir drásticamente las emisiones de plástico al medioambiente es “la respuesta política racional”.

“El plástico está profundamente arraigado en nuestra sociedad y se filtra al medioambiente en todas partes, incluso en países con buenas infraestructuras de gestión de residuos”, afirma Matthew MacLeod, profesor de la Universidad de Estocolmo y autor principal de la investigación.

Lo peor es que, a pesar de la creciente concienciación en los últimos años, las emisiones siguen creciendo.

Para Mine Tekman, coautora del trabajo e investigadora en el Instituto Alfred Wegener de Alemania, la contaminación por plásticos no es solo un problema medioambiental, sino también “político y económico” que las tecnologías de reciclaje y limpieza no pueden atajar.

“Como consumidores creemos que, si separamos adecuadamente nuestra basura de plástico, se reciclará por arte de magia, pero tecnológicamente el reciclaje del plástico tiene muchas limitaciones y los países que tienen buenas infraestructuras han estado exportando sus residuos de plástico a países con peores instalaciones”, denuncia.

Esta investigadora cree que para reducir las emisiones “hay que tomar medidas drásticas, como limitar la producción de plástico virgen para elevar el valor del plástico reciclado, y prohibir la exportación de residuos de plástico a menos que sea a un país con mejor reciclaje”.

El estudio explica que, cuando las cantidades de plástico emitidas en el medioambiente superan a las que se retiran en tareas de limpieza o a las que desaparecen en procesos ambientales naturales, se produce la meteorización, un proceso que cambia las propiedades de contaminación del plástico.

Lea más: Convierte el plástico en arte para alertar sobre la contaminación del océano

Cuando se alcanza este punto, “la degradación es muy lenta y se ve superada por la acumulación de nuevos plásticos que no hacen más que aumentar”, así que el plástico es un “contaminante poco reversible”, advierten los autores.

Los entornos remotos están especialmente amenazados, explica la coautora Annika Jahnke, del alemán Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental (UFZ).

“En los entornos remotos, los restos de plástico no pueden eliminarse con tareas de limpieza y la meteorización de los grandes artículos de plástico genera un gran número de partículas micro y nanoplásticas, y la liberación de sustancias químicas añadidas al plástico o procedentes del propio polímero de plástico”, indica.

Así pues, “el plástico en el medioambiente es un objetivo en constante movimiento de creciente complejidad y movilidad. Dónde se acumula y qué efectos puede causar son difíciles o incluso imposibles de predecir”, concluye.

El estudio advierte también de los daños medioambientales irreversibles que provocan los tóxicos de los plásticos y que podrían desencadenar efectos de gran alcance o incluso globales.

Así, expone una serie de ejemplos hipotéticos de posibles efectos, como la exacerbación del cambio climático debido a la interrupción de la bomba de carbono global y la pérdida de biodiversidad en el océano donde la contaminación por plásticos actúa como un factor de estrés adicional a la sobrepesca, la pérdida de hábitat en curso causada por los cambios en la temperatura del agua, el suministro de nutrientes y la exposición química.

En conjunto, los autores consideran que la amenaza de que el plástico que se emite hoy pueda desencadenar impactos a escala global y poco reversibles en el futuro es una “motivación convincente” para tomar medidas precisas para reducir fuertemente las emisiones.

“El coste de ignorar la acumulación de contaminación plástica persistente en el medioambiente podría ser enorme. Lo racional es actuar lo más rápidamente posible para reducir las emisiones de plástico al medioambiente”, concluye MacLeod.

Más contenido de esta sección
El ex presidente brasileño Jair Bolsonaro congregó este sábado a miles de sus simpatizantes en São Paulo, donde volvió a atacar al juez de la Corte Suprema que lo investiga a él y a Elon Musk, en medio de la polémica por la suspensión de la red social X.
El Gobierno de Paraguay lamenta y rechaza la decisión que tomó Venezuela de revocar la autorización conferida al Brasil para la custodia de la residencia oficial de Argentina en Caracas.
El Gobierno de Venezuela revocó este sábado la autorización que había otorgado a Brasil, a principios de agosto, para representar los intereses de Argentina en Caracas —que incluían custodiar los locales del país austral en territorio venezolano— por la supuesta planificación de actos terroristas en el interior de dichos locales, por parte de opositores asilados.
El Gobierno de Bolivia anunció este sábado que decidió declarar la “emergencia nacional” para agilizar la coordinación interna y la llegada de apoyo internacional para combatir los incendios forestales que hasta el momento han arrasado con 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales, según datos oficiales.
El Servicio de Cambio Climático (C3S) de Copernicus, el componente de vigilancia del clima del programa espacial europeo, informó este viernes que el verano boreal de este año fue el más caliente registrado en el planeta desde que existen mediciones.
Unas pequeñas cuentas de vidrio extraídas de muestras trasladadas a la Tierra por la misión china Chang’e-5 han servido para determinar que en la Luna hubo erupciones volcánicas hasta hace 120 millones de años.