Víctor Ortiz Benítez
@pinchi_ortiz
En julio del 2010, este medio anunciaba que la Compañía Paraguaya de Telecomunicaciones (Copaco) acordó la adquisición del total de las acciones de Hola Paraguay SA, propietaria de la marca Vox. El costo real de la operación fue revelado por la Contraloría General de la República (CGR) nueve años después y fue de G. 40.000 millones.
Nadie pensaba en el 2010 que dicha decisión sería uno de los principales motivos por los cuales, en la actualidad, los casi 3.000 empleados de Copaco y los 250 de Vox estén operando entre la incertidumbre de seguir cobrando sus salarios o directamente quedar sin trabajo.
Óscar Stark fue designado como nuevo presidente de la empresa pública el pasado 3 de enero y tiene la misión de reflotar Copaco en medio de una crisis económica acentuada por una deuda que a noviembre del 2023 alcanzaba los G. 813.000 millones.
–¿Cómo encontró la empresa y cuál es su estado actual?
–Copaco está en una situación crítica por el lado financiero, el año pasado, todavía no cerramos el balance al 31 de diciembre, pero a noviembre hemos perdido G. 189.000 millones. Por lo que diciembre estará por arriba de los G. 200.000 millones. Hubo egresos por G. 474.000 millones e ingresos por G. 285.000 millones. Esto quiere decir que el año pasado Copaco perdió G. 550 millones aproximadamente por día. Y eso hace que en corto plazo, si no se toman medidas drásticas, Copaco pasará a tener un patrimonio neto negativo. Actualmente, tiene aún un patrimonio neto positivo de unos G. 500.000 millones. Solamente en salarios, Copaco paga más de G. 16.000 millones por mes, G. 14.000 millones en salarios y G. 2000 millones de aporte al IPS. Pero la situación negativa hace de que siquiera podamos pagar salarios al día. Actualmente, estamos terminando de pagar salarios de noviembre, y la próxima semana queremos pagar salario de diciembre.
–Santiago Peña ya aclaró que no piensa por ahora invertir en Copaco, ¿cómo planea reflotar la empresa sin inversión?
–Copaco tiene que primero parar la hemorragia que tiene disminuyendo sus ingresos. Ese proceso ya comenzó. Los contratos que terminaron el 31 de diciembre no se volvieron a contratar este año y vamos a tener que seguir revisando. Tenemos denuncias de personas que no vienen a trabajar. Incluso los propios funcionarios denuncian a quienes vienen a marcar y luego salen de vuelta. Hay un espacio de gente que no está haciendo ninguna labor en Copaco. Queremos que las próximas desvinculaciones sea esa gente. Ahora hubo casos de técnicos, de los 243, 85 son técnicos. Pero hay un espacio de mucha gente que no está siendo útil a Copaco.
–¿Vale la pena gastar o invertir para reanimar Copaco teniendo en cuenta que la telefonía fija es un servicio ya casi sin demanda actualmente?
–La línea fija si tiene demanda, por sobre todo corporativa. Las empresas demandan línea fija, pero también en los hogares. Generalmente, las líneas fijas tienen demanda, pero cayó mucho porque hay muchos casos donde las personas no están recibiendo el servicio y a pesar de eso siguen pagando muchos meses después y luego desconectan. No estamos teniendo la capacidad de conectar de vuelta principalmente por el robo de cables. Pero de hecho, la tecnología de acceder a la telefonía a través de cables ya es obsoleta. Todas nuestras centrales de nuestra red de cobre son obsoletas, por lo que debemos migrar a otras tecnologías como GPON, es una tecnología que optimiza la utilización de internet y que también se puede brindar con otros servicios adicionales. La misma línea alta que no estamos pudiendo responder a la demanda porque no tenemos recursos.
–¿Cuál es la cifra ideal de funcionarios con que puede operar Copaco y cuántos funcionarios tiene ahora?
–Todavía no tenemos el número. Hay algunos relevamientos que se hicieron en administraciones pasadas, donde se relevó la cantidad de empleados que no tienen una función específica, cuya desvinculación no impactaría en nada a la empresa. Estamos revisando eso. Eso es, en la situación actual, hay un relevamiento que dice que hay un número X de funcionarios que no está prestando una función específica, pero lo más importante es que Copaco tiene que revisar en qué va a focalizar sus esfuerzos. Copaco tiene una misión como empresa del Estado en la conectividad, probablemente, tiene una infraestructura de fibra óptica muy importante que permite que el internet de Copaco sea superrápido porque también está poco ocupado. Tiene mucha capacidad ociosa y eso debemos utilizar en favor del Estado y para el desarrollo del país, generando la universalización de la conectividad. A todas las 9.500 escuelas del país, a todos los centros de salud, a todas las comisarías y a la ciudadanía en general a precios accesibles. Ahí hay un rol de Copaco, estamos seguros de eso. A partir de ahí, se hará en los próximos 10 días. El presidente de la República me pidió hacer un análisis de la situación, una intervención de la situación económica, financiera y administrativa y que ponga sobre la mesa cuáles son las alternativas. Lo que tenemos que ver es dónde está la ventaja comparativa de Copaco, como en las líneas fijas, ya que tenemos el monopolio y hay demanda, a pesar de que perdimos 33 mil clientes solo el año pasado porque no estamos prestando el servicio como se debe. Tenemos ventajas comparativas en la conectividad, en el tema de internet, de la fibra óptica, que es importante y esas dos son las principales fuentes de Copaco. Tenemos mucha infraestructura que se puede arrendar a otras empresas de telecomunicaciones y de proveedoras de servicios de internet en general.
–Usted dijo que la situación de Vox es insostenible. ¿Qué piensa hacer con Vox y cuál cree que sería la mejor salida para el erario público?
–Vox tiene una deuda de G. 365.000 millones. Actualmente, tiene 250 empleados y sus ingresos ascienden a G. 2000 millones al mes. Tiene patrimonio neto negativo de casi G. 100.000 millones. Es importante lastre para Copaco, por un lado. La realidad es que es difícil identificar las cuentas porque están confundidas entre sí. Vox le debe a Copaco y viceversa. Vox se utilizó para eludir la intervención de Contrataciones Públicas, entonces muchas de las compras que hizo y que le llevó a la situación actual fueron para Copaco.
–¿Qué planes tiene para Copaco respecto al negocio de proveer internet, cree que puede competir con las otras telefónicas que proveen el servicio?
–De las cuentas comparativas más importantes que tiene Copaco está su infraestructura de fibra óptica. Adicionalmente, hay otras instituciones públicas que también tienen una capacidad muy importante de infraestructura de fibra óptica, que siendo también del Gobierno pueden ser aprovechadas a través de convenios. Generar una sinergia entre Copaco y las instituciones que tienen fibra óptica para prestar un servicio que cubra todas las necesidades del Estado. Que tiene que ver principalmente con educación, salud, comisarías, pero también a la ciudadanía.
De los G. 285.000 millones de ingresos, la telefonía fija genera G. 101.000 millones y el internet G. 107.000 millones.
–El año pasado Copaco registró pérdidas por USD 28 millones, ¿cómo se costea eso?
–Eso es lo que hay que revertir. Hay que achicar los gastos, todos los días estamos perdiendo más de G. 500 millones, si tenés en cuenta el balance del año pasado. Por ello es importante reducir los egresos mensuales de Copaco.
–¿Cómo se saldará esa deuda de USD 111 millones que arrastra Copaco?
–Todos los días aumenta, todavía no tenemos el balance del 2023 y estimamos que llegaremos a G. 850.000 millones (USD 116 millones). Primero estamos trabajando con el auditor general de la Presidencia de la República para hacer una revisión del origen de esa deuda. Para ver si toda la deuda es legítima. Ver si los contratos que se firmaron no son cuestionables y a partir de ahí tomar las decisiones sobre qué se va a hacer con esa deuda. Es una deuda de tal magnitud que no se saldrá a corto plazo. Habrá que hablar con los proveedores, hacer planes de pago de 5 a 10 años, de lo que sea necesario.
–¿Cuáles son los factores que producen la hemorragia en Copaco?
–El robo de cables tiene una incidencia del 15% en el servicio porque es mucho más difícil recuperar. Hay que hacer una gran inversión para recuperar la red de cobre, pero no es esa la dirección en donde debe caminar la compañía. Conviene que cuando a alguien se le corta su teléfono, se le ponga la nueva tecnología que es de GPON u otra tecnología que es de mayor calidad y menor costo. Pero en la medida que se pueda se deben restituir los abonados que están caídos. Muchos teléfonos cayeron con el temporal, nosotros no tenemos la capacidad financiera por una cuestión de que no hay materiales para restituir, no tener dinero para pagar salario hace que no podamos hacer mucho cuando suceden estos cortes. Uno de los motivos es eso. Pero lo que le paso a Copaco fue haber tomado muy malas decisiones. Capaz que una que yo considero, y es una opinión personal, es comprar Vox. Se convirtió en un problema para Copaco.
–¿Cuál es la deuda que el Estado tiene con Copaco?
–La deuda que tienen las empresas públicas con Copaco es de G. 18.000 millones. Pero el problema que tenemos es que tan desordenadas están sus cuentas, que ni siquiera se tiene claro cuánto le deben. Hace unas semanas atrás, cuando miraba los números de Copaco con el ministro del Mitic (Gustavo Villate), quien fue el que me pidió ayuda en su momento, teníamos el dato que se le debía G. 38.000 millones. Pero cuando nos fuimos afinando y hablando con las instituciones para hacer las cobranzas, eso se redujo a G. 18.000 millones. Pero si uno se fija en ese monto, la mayor parte corresponde a la ANDE. Pero Copaco tiene una deuda de más de G. 100.000 millones con la ANDE, entonces si nosotros compensásemos no sería positivo el balance. Por eso es que no hay ahí la esperanza de generar un ingreso importante a corto plazo. Probablemente, la ANDE nos sigue pagando al día a pesar de la deuda que tenemos con ellos. Seguiremos negociando, para que de esa manera tengamos un flujo que nos permita pagar salarios. Ya tenemos deudas desfinanciadas.
Hubo egresos por G. 474.000 millones e ingresos por G. 285.000 millones. Esto quiere decir que el año pasado, Copaco perdió G. 550 millones aproximadamente por día.
Copaco tiene que primero parar la hemorragia que tiene. Ese proceso ya comenzó. Los contratos que terminaron el 31 de diciembre no se volvieron a contratar este año.
Tenemos mucha infraestructura que se puede arrendar a otras empresas de telecomunicaciones y de proveedoras de servicios de internet en general.
Vox tiene una deuda de G. 365.000 millones. Actualmente, tiene 250 empleados y sus ingresos ascienden a G. 2.000 millones al mes.