14 abr. 2025

Corazón del año litúrgico católico inicia hoy con la bendición de palmas

Invitan a creyentes a vivir con profundidad la Semana Santa, conmemorando la Pasión, Muerte y Resurrección. Cardenal Martínez presidirá misa, a las 11:00, en la Catedral.

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Luque. Devoción entre cientos que participaron del Vía Crucis de Luque “Caminando con Jesús”, en su a 14° edición.

GENTILEZA

Con la tradicional bendición de las palmas, hoy 13 de abril –Domingo de Ramos– comienza la Semana Santa, tiempo que, según el padre Hugo Fernández, párroco de la Iglesia de La Encarnación, representa el momento más importante del calendario litúrgico cristiano.
“La Semana Santa es el corazón de todas las acciones litúrgicas y celebraciones del año, es el recuerdo de la Pascua, la Resurrección de Cristo, que es el acontecimiento que le da sentido a nuestra fe cristiana”, expresó.

Hoy los fieles católicos cristianos se reunirán en los templos, capillas e iglesias para conmemorar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, montado en un burrito y recibido por la multitud con palmas y cantos. El padre Hugo precisó que esta fue la última parada de la misión de Jesús. ‘‘Él entra a Jerusalén aclamado por la gente y los niños como el Mesías, el que viene en nombre de Dios”.

A lo largo de esta semana, los feligreses reviven los acontecimientos más significativos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Así, el Jueves Santo, por la noche, se inicia el Triduo Pascual con la misa de la Última Cena, el Lavatorio de los Pies y la aprehensión de Jesús. El Viernes Santo se recuerda su juicio, condena y Crucifixión.

“Si uno acompaña de cerca las celebraciones litúrgicas, se une y vive en el alma el dolor y la angustia de Jesús en la cruz, el silencio del Viernes Santo, la tristeza de su Madre al enterrar a su hijo y el silencio y la desolación que muchas veces experimentamos en la vida”, expresó.

El Sábado Santo, al caer el sol, cuando aparece la luna en su esplendor, se celebra la Vigilia Pascual, una de las ceremonias más solemnes de la Iglesia, que se inicia el tercer día en el calendario litúrgico, y es el tercer día de la Resurrección de Jesús, ‘‘con la bendición del fuego, la renovación del bautismo y la alegría del sepulcro vacío”, indicó el párroco.

Celebrando la vida. Finalmente, el Domingo de Resurrección es la gran fiesta de la vida porque Jesús resucitó y es nuestra esperanza, por eso el próximo domingo se llenarán de flores las iglesias, sonarán las campanas y se invitará a un ambiente de compartir fraterno en la alegría de la Resurrección.

Aunque muchas expresiones culturales como procesiones, Vía Crucis o peregrinaciones forman parte del modo en que los fieles viven este tiempo, el sacerdote resaltó que “la fe no se reduce a las prácticas tradicionales, sino que implica un profundo crecimiento de búsqueda espiritual en el encuentro con Jesús. La manera más importante de fortalecer la fe es la oración y la lectura de la Palabra de Dios, que nos ayuda a un cambio de vida en pos del bien y procurando el bien para los demás”.

También recordó que la práctica del ayuno y la abstinencia cobra un sentido especial, ya que nos invitan a sentir el hambre y la sed de muchos hermanos que sufren más que nosotros. ‘‘Es una forma de unirnos a la miseria de tantos y asumir el compromiso de ayudarlos cuando sea posible”.

Por último, refirió que la Semana Santa es un tiempo para compartir con la gran familia que es la Iglesia y es por eso que invitó a los jóvenes a atreverse y desafiarse a participar activamente de las diversas actividades eclesiales en sus comunidades.

La Semana Santa es para vivirla en familia. La Semana Santa es el tiempo que dedicamos a Dios. Hugo Fernández, párroco de la iglesia La Encarnación.
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Dentro de unos días, en el Triduo Pascual, Jesús entregará su propia vida como nadie puede hacerlo. Adalberto Martínez, arzobispo.
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